Skeet Ulrich casi hace un spoiler de Scream

Michael Rosenbaum ha entrevistado en un nuevo episodio de Inside of you a Skeet Ulrich y este ha sido el crossover de Urban Legend y Scream que nunca supimos que necesitábamos.

Como ya nos habréis leído hablar de este podcast, sabréis que Michael suele entrevistar a actores sobre cuestiones personales relacionadas con la salud mental, la autoestima y cómo sobrellevan ciertos aspectos del mundo del espectáculo: los rechazos, la fama, las audiciones…

Skeet no se ha quedado atrás y ha hablado de su carrera, pero también de temas personales como la nula relación con su padre y cómo le ha afectado a la hora de ser padre él mismo. También ha comentado que ha dejado de beber y cómo ha mejorado su vida desde entonces, ya que en la última época notó que el alcohol cada vez estaba formando más parte de su vida.

Y sí, también se ha hablado de Scream. De la original al menos. Michael y Skeet han hablado de Wes Craven ya que ambos trabajaron con él en Cursed. Además Skeet Ulrich iba a hacer en un principio el papel que finalmente recayó en Joshua Jackson. El rodaje de la película estaba siendo un desastre y Ulrich acabó bajándose del barco, finalmente despidieron a todo el equipo y rehicieron la película de cero. Es aquí cuando llamaron a Michael para participar y que dijo que sí solamente por tener la posibilidad de trabajar con Craven.

Michael recuerda el ambiente extraño que había en el set, y aunque se llevó genial con Wes Craven que no paraba de decirle que hiciera gansadas en cada escena, pensaba que a Christina Ricci, que era la protagonista, no le caía muy bien. Lo cierto es que simplemente era que Ricci no quería estar allí, más que nada porque había hecho la misma película dos veces. También ha habido mención a la horrible peluca que tuvo que llevar Michael (se rodó durante la época de Smallville) y que aún recuerdo cómo tuvo que defender y decir que parecía real cuando realizaron la campaña promocional de la película.

(Es la tercera peluca)

Y seguimos con Craven porque después de esto, Michael preguntó cómo fue mantener el secretismo en Scream. A Skeet sí que le llegó el guion completo, aunque recuerda que en aquella época no estábamos tan locos por los spoilers. Michael pudo leer algunas sides del guion porque, OJO, se presentó a al casting para hacer de Stu (ahora el parecido de Parker y Stu tiene más sentido).

Pero es que Skeet Ulrich hizo un Tom Holland antes que Tom Holland (ya sabéis que nuestro querido Spider-Man hace tantos spoilers que ya lo utilizan para campaña). Durante una entrevista para Interview Magazine sobre otro proyecto cuando le preguntaron a Skeet sobre otros próximos trabajo dijo: sí, tengo una película pendiente donde interpreto a un asesino en serie.

La reacción de Michael Rosenbaum ha sido la nuestra.

Al colgar se dio cuenta de tremenda cagada y pudo llamar a sus publicistas y consiguieron que no publicaran esa parte. Casi nos quedamos sin sorpresa de Scream. Sobre futuras participaciones, Skeet parece bastante contento con la forma en la que ha regresado y ha disfrutado de este nuevo revival de Scream que suponía un recuerdo a los inicios, y aunque le gustaría participar en alguna más, cree que ese tren ya ha pasado.

No se han adentrado en más sobre la nueva película, ni en la polémica del despido de Melissa Barrera (tampoco tengo claro cuándo grabaron este episodio, aunque seguramente haya sido este año). Las palabras de Skeet tampoco sorprenden mucho porque su participación en las nuevas películas estaba muy relacionada con el personaje de Barrera, por lo que es de sentido común que no vayamos a volver a contar con él.

Speedway Junky: peli teen queer de los 90

Hace unos mil años pillé en la tele Speedway Junky de madrugada. La película está protagonizada por Jesse Bradford (A por todas, Swimfan) y en su reparto cuenta con actores como Jonathan Taylor Thomas, Daryl Hannah, y pequeñas apariciones de Tiffani Thiesen y Taryn Manning (Crossroads). Os cuento de qué va esta peli y cómo casi le quitan 2.400$ a una de las actrices.

No es que sea una gran película y nos encontramos con otra historia sórdida sobre el mundo queer. Recuerdo en una charla sobre Call me by your name cómo Juan Sanguino comentaba lo necesarias que eran en el cine las historias queer románticas que mostraran un lado más positivo. Speedway Junky no es el caso.

A pesar de este gran problema y de que su trama es un desastre, los dos protagonistas consiguieron que me atrapara la historia. Me pasó aquella primera vez que la vi y cuando la he vuelto a revisionar. Jesse Bradford interpreta a un chico que abandona su hogar en busca de un sueño, quiere trabajar en la F1. Aparece por Las Vegas en busca de algo de pasta y es allí cuando conoce a Eric (Jordan Brower) un chico gay con el que traba una gran amistad y le pone al día en los teje manejes para sobrevivir en la ciudad.

Las drogas y la prostitución son los temas principales de esta historia, pero la amistad y el amor entre Johnny (Bradford) y Eric es lo único que la salva. El personaje de Eric se enamora de Johnny y, a pesar de no poder ser correspondido, se mantiene como un amigo fiel ayudándole en todo y salvándole en numerosas ocasiones. A mí estos dos me llegan a emocionar y aunque nada de la película tiene ningún sentido me emociona la relación de ambos.

Hay cameos extrañísimos como el de Patsy Kensit y una anécdota del detrás de las cámaras que me ha dejado flipando. Un miembro del equipo de la película encontró el año pasado un post en reddit habando sobre ella y se dirigió a Twitter para rememorar ese momento.

En una de las escenas dos personajes jugaban a las tragaperras. La actriz Shevonne Durkin metió una moneda que le dieron para la escena, tiró de la palanca y ganó. Lo que podría ser una buena noticia a la pobre muchacha la sumió en una tremenda vergüenza porque tuvieron que volver a preparar toda la escena y comenzar de nuevo. La jefa de los recreativos en el que grababan tuvo que preparar también la máquina otra vez y resetear el premio.

Uno de los productores, Randall Emmett (especializado en cine de acción directo a vídeo), se quejó y exigió que el premio fuese directamente a los productores de la película ya que la moneda usada era parte de producción y la actriz solo estaba fingiendo jugar. El resto del equipo se reveló contra él y uno de ellos dijo: «ella ha tirado de la palanca, el dinero es suyo». Tuvo que ir la jefa de los recreativos a poner orden y recordarle al productor que en Nevada la ley dice que quien activa la máquina es quien se llevaba el premio.

Ella se quedaría el dinero hasta que terminaran la escena y se lo entregaría a la actriz de forma privada, y que si de alguna forma se enteraba de que le quitaban el dinero a la actriz llamaría a la policía. El equipo celebró la noticia para más vergüenza de la pobre actriz. Christopher Morlock que es quien cuenta la historia comenta que en las producciones de poco presupuesto siempre suele haber problemas con los productores, pero que Emmet era el que se llevaba la palma.

No me puedo imaginar lo que cobraría esta actriz por su participación en la película, pero dudo mucho que fuese mucho y que encima tuviese que pagar a las productores un premio que había ganado ella es de ser un poco miserable.

¡Feliz cumpleaños, Shannen Doherty!

Shannen Doherty cumple hoy 53 años y le mandamos desde aquí una felicitación muy fuerte. Le deseamos la mejor de las suertes en su lucha contra el cáncer (fue diagnosticada con cáncer de mama en 2015) y en sus aventuras profesionales, que ahora mismo se centran en un podcast que yo aún tengo pendiente de escuchar, pero que tiene bastante buena pinta, ¿y cuándo no la tiene nuestra Brenda de Sensa hablando from the heart? (es ahí, en su podcast Let’s Be Clear donde suele hablar de cómo es ahora su vida). Nos unimos a su ánimo a toda la gente que, aun encontrándose en esta situación, debe enfrentarse al mundo laboral.

Le deseamos también a nuestra Shannen lo mejor para la reunión del cast original de Embrujadas (la original, no el remake, la que echaban en Telecinco los domingos por la tarde) que tendrá lugar en octubre de este año en otra de esas 90s Con (aunque el reparto de esa pedazo de serie que es Embrujadas ya se ha unido en Escocia, por ejemplo, como podéis ver en el vídeo de arriba -atentos a cuando Rose McGowan dice que quería ser un vampiro-). Tanto la propia Shannen como Holly Marie Combs, Rose McGowan, Brian Krause, Dorian Gregory y Jenifer Rhodes ya han confirmado su presencia. ¿Alyssa Milano, dices? Emmmm, ¡pasapalabra!

Carrie Bradshaw sería influencer

Si en vez de conocer a Carrie Bradshaw en los 90, la hubiésemos conocido en la época actual sin duda sería influencer. Así que hacemos un repaso a algunas cosas que cambiarán en la vida de las protagonistas de Sexo en Nueva York en pleno 2024.

Una columna semanal no te da de comer y menos si aún no eres ningún escritor reconocido, pero Carrie por lo que sea era capaz de sobrevivir en Nueva York pagando un alquiler (barato en la ficción, tan solo 700$ aunque en realidad costaría mucho más), comprarse zapatos de marca como Manolo Blahnik y estar de fiesta todas las noches.

Ciencia Ficción, aunque es cierto que ya desde la primera temporada se intuye que a Carrie lo de gestionar el dinero no se le da muy bien (le cortan la tarjeta en uno de los episodios) siempre parece salir adelante de forma milagrosa. En la vida real tendría dos opciones: o hacerse influencer o hacer las maletas y volverse al pueblo con los padres.

Carrie Bradshaw la TikToker

Yo no tengo maneras de influencer y creo que lo he demostrado cada vez que he subido un vídeo, pero a Carrie se le daría mil veces mejor. El sexo vende y aunque en TikTok hablar de ciertos temas es peliagudo tenemos grandes referentes que han conseguido hacer un contenido picantón pasando todas las censuras posibles como Noemí Casquet.

Sus vídeos sobre sus citas y las de sus amigas serían todo un hit y además lo acompañaría con contenido de moda mientras nos enseña los sitios más cool de la ciudad.

Carrie Bradshaw deconstruida

Adiós Big, no te queremos. Todos hemos tenido un Big en nuestras vidas al que nos ha costado soltar, algunas veces nos han soltado ellos y ha sido lo mejor por mucho que nos haya jodido. Si sigues con tu Big personal: amiga, date cuenta. Ponte la primera temporada de Sexo en Nueva York y si identificas ciertos patrones manda a Big a tomar por culo. Sí, a veces parece que hay algo pero no es suficiente y nunca lo será. Viendo la primera temporada he visto claro como Big juega con el refuerzo intermitente, nunca le da todo a Carrie y así cuando de vez en cuando hace algo por ella, por nimio que sea, cree que este siente por ella algo más.

Big no quiere sentar la cabeza con Carrie porque es una persona que tiene dudas, miedos, sentimientos, Big quiere alguien que le sirva como complemento y que le ponga todo fácil como luego ocurre con Natasha. Pero si una persona está casi un año contigo y es incapaz de decirte que te quiere, que le den por culo. Si nuestra Carrie estuviese deconstruida tendría un Tinder echando humo y a Big bloqueado desde el primer día que la dejó plantada.

Nuestra Carrie haría más caso a sus amigas y no volvería a quedar con tremendo gilipollas, y por supuesto no dejaría escapar a un partidazo como Aidan. Sí, lo he dicho. Aidan > Big.

El zulista

Lo de ser influencer no es de la noche a la mañana así que Carrie tendría que prescindir de ese pisazo neoyorquino y meterse en una lata de sardinas de las que hemos visto por Instagram que están tan de moda en Nueva York. Son cosicas cuqui a lo Polly Pocket, pero incompatibles con la vida y, por supuesto, con el armario de Carrie Bradshaw. Más adelante cuando ya fuera toda un It Girl tendría piso para ella sola, eso sí del alquiler que no se flipe, a pesar de tener dos libros de éxito la primera editorial la timaría y no vería ni un duro.

Freelance, una profesión de riesgo

El mundo de los autónomos es complicado y la cuota el IVA y la declaración se llevaría gran parte de sus ingresos. Todos los años se pelearía con su gestor porque considera que sus gastos en Manolo Bhaniks deberían ser desgravables. Sus ahorros van para todos sus gastos y si alguna vez llegara a poder convertirse en propietaria tendría que pillarse una casa en un pueblo a las afueras de la ciudad pero eso acabaría matando su marca personal

‘Scoop’ (‘La Gran Exclusiva’) y el síndrome del impostor

Me he puesto a ver Scoop (La gran exclusiva) en Netflix esperando ver la entrevista del Príncipe Andrés y su vínculo con Jeffrey Epstein, y he acabado con una historia sobre el síndrome del impostor y la importancia de sentirte valorado en un trabajo.

Desde el primer segundo he amado al personaje de Sam McAlister, la productora que consiguió que Andrés aceptara a ser entrevistado y que está magistralmente interpretada por Billie Piper. Indagando Internet he encontrado un artículo en el que se habla de que la presentadora de dicha entrevista, Emily Maitlis, interpretada por Gillian Anderson, y McAlister no tienen relación porque esta considera que nunca reconocieron que parte del mérito de este hito periodístico fue suyo. Aunque es cierto, como aparece al final de la película, que Esme Wren (Romola Garai) sí que agradeció el trabajo de McAlister a través de Twitter, al parecer en un reportaje para Radio Times ni Wren ni Maitilis hicieron referencia a la productora.

En la vida real según el Daily Mail (que bueno hay que coger las cosas con comillas) el hecho de que Maitlis también tenga un proyecto para hacer una película sobre el tema puede que tenga que ver con esta rencilla. Según cuentan en el artículo, el hecho de que McAlister escribiese un libro sobre lo ocurrido no sentó bien al equipo porque estaba mal desvelar el funcionamiento del trabajo que realizaban y porque pensaban que se daba protagonismo solo a ella y relegaba a otros actores importantes en la entrevista a secundarios o simplemente eran descartados de la historia.

En Scoop no vemos esta rivalidad entre las tres mujeres que forman parte del eje central de la historia y de Newsnight, existe tensión, pero también respeto. No se ve ese protagonismo. Se ve claramente como es un trabajo en equipo y cómo cada uno de ellos ejerce una función y todos fueron un rol importante para realizar un hito como el que hizo Newsnight en la entrevista con el Príncipe Andrés.

Lo que sí vemos es cómo el personaje de McAlister se siente inferior en su trabajo, ese miedo constante a que la despidan, síndrome del impostor… y cómo supera un poco todas esas inseguridades cuando al final alguien le da un mínimo de reconocimiento.

Este momento de aquí lo he sentido como una puñalada, y es que es un sentimiento que hemos sentido muchos en trabajos. El intentar aportar y que no te hagan caso, el que te critiquen el más mínimo error hasta tal punto de que empiezas a dudar de si vales para algo… Me he visto un poco reflejada y he recordado que una temporada cuando estaba en un trabajo bastante deprimida pensé en buscar otras ofertas laborales y me veía incapaz porque no pensaba que me mereciera otra cosa, no sería capaz ni de enfrentarme a una entrevista de trabajo y parecer segura de lo que valgo, además pensaba que en la empresa en la que estaba si decía que me había salido otra cosa también pensarían: ¿Pero a dónde vas a ir si no vales para esto?

Sentirte poco o nada valorada, especialmente por compañeros que tienen un nivel adquisitivo mucho mayor que el tuyo, empieza a desgastarte. Al final McAlister acabó dejando la BBC en 2021 y según cuenta en Daily Mail fue por este motivo. A mí me acabaron despidiendo y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que me había pasado los últimos meses con depresión porque fue no tener que ir a trabajar a ese sitio más y notar cómo me aliviaba al instante.

Recap: Riverdale, ¿qué ha pasado en estas siete temporadas?

Puede que hayas visto las dos últimas temporadas de Riverdale ahora que las han subido a Netflix, o puede que las hayas visto antes. Lo que es seguro es que seguramente te hayas preguntado, ¿qué cojones está pasando? Así que me he dispuesto a ponerme al día con la serie y he hecho un recap resumen aclarando los puntos claves.

Puede que me haya liado en alguna cosa porque las cinco temporadas anteriores las vi hace tiempo, así que perdón por los errores. Lo he intentado resumir al máximo pero si queréis un recap más extenso tenéis este por aquí dividido en dos partes (aún falta por hacer recap de la última temporada), pero si se os da mal el inglés y no tenéis tiempo para ver casi dos horas de recap, el mío dura un poco menos.

Chance Perdomo (Sabrina, Gen V) ha fallecido

El actor Chance Perdomo que nos enamoró como Ambrose Spellman en The Chilling Adventures of Sabrina ha fallecido en un accidente de moto con tan solo 27 años.

El actor actualmente se encontraba protagonizando la serie Gen V, el spin off juvenil de The Boys, serie de la que os hablamos para su estreno. La cuenta oficial de la serie y Amazon Studios ha publicado un post lamentando la pérdida y los productores han declarado a Variety lo afectados que están ante esta repentina noticia.

Otros actores también han mostrado su tristeza ante este trágico final, como ya sabéis somos muy fans de Michael Rosenbaum y de su podcast Inside of you y ha publicado un post donde lamentaba la pérdida de Chance Perdomo con una foto que se hicieron al grabar uno de los episodios. El podcast con Chance aún no se ha emitido, pero sabemos que cuando lo haga será un momento duro, pero un homenaje bonito a este joven actor que prometía tanto.

Euphoria, ¿nueva serie maldita?

HBO ha suspendido la tercera temporada de Euphoria indefinidamente. Según comenta Deadline.com la plataforma ha transmitido a su reparto que persigan otras oportunidades laborales mientras que Sam Levinson termina de escribir los guiones de la temporada.

Euphoria se ha convertido en una serie maldita. La serie que se estrenó en 2019 ha tenido que sobrellevar varios inconvenientes durante el rodaje de esta. Los parones por la pandemia, la marcha de algunos de su actores principales como Barbie Ferreira que interpretaba a Kat o el repentino fallecimiento de Angus Cloud que interpretaba a Fezco han dado un halo maldito a la serie que revolucionó la serie de adolescentes.

Ya en su segunda temporada (a la que todos estábamos enganchados), se leyeron críticas acerca del tratamiento de algunas tramas y personajes. La sexualización del personaje de Cassie interpretado por Sydney Sweeney o relegar a personaje secundario, o incluso inferior, a Kat fueron temas que se criticaron muchísimo en las redes. Se especuló sobre la personalidad de Sam Levinson y su conducta a la vez que salían a la luz noticias sobre las excesivas horas de trabajo y el trato que recibían en el set.

Barbie Ferreira decidió desentenderse de la tercera temporada de la serie tras ver que no podía aportar nada más al personaje que había sido alejado de las tramas principales. «No sé si le iba a hacer justicia con el personaje de Kat, y creo que ambas partes sabían que yo no quería ser la mejor amiga gorda. No quiero jugar a eso, y creo que ellos tampoco querían eso» la revista Elle recoge una de las declaraciones de la actriz donde se muestra el descontento de esta.

En la era de TikTok donde cualquier «lo he leído en un comentario de TikTok» se toma como fuente fidedigna, pronto se empezó a crear una narrativa sobre Levinson, su relación con Sweeney y su tratamiento de la sexualidad en la serie. Una narrativa que nunca se llegó a demostrar porque aunque cada uno podemos tener una opinión personal acerca de esto, la propia actriz Sydney Sweeney ha confirmado que si ella ha tenido en algún momento reparos en aparecer desnuda en alguna escena, Levinson ha tomado su palabra y ha eliminado dicha parte del guion.

Cuando las aguas volvían a su cauce y Euphoria parecía seguir adelante, nos sorprendía la noticia del fallecimiento de Angus Cloud cuyo personaje, Fezco, había tenido una gran relevancia en la segunda temporada de la serie y nos había dejado en vilo cuál sería su destino en el final de la segunda temporada.

Mientras el equipo y actores de la serie asimilaban esta tragedia, Zendaya, Sweeney o Jacob Elordi se convertían en estrellas. Zendaya, que ya era conocida, seguía triunfando como MJ en las películas de Spider-Man a la vez que se hacía con un papel protagónico en Dune, Sydney Sweeney se convertía en el rostro de varias campañas a la vez que montaba su propia productora y participaba en The White Lotus y películas como Los Voyeurs, Reality y su hasta ahora mayor éxito, la comedia romántica Anyone But You además de su más reciente estreno: Immaculate, una cinta de terror a la que audicionó en 2014 y ha sacado ella misma adelante. Elordi por su parte ha sido asiduo a los grandes festivales de cine presentando Priscilla donde da vida a Elvis Presley y ha protagonizado una de las películas más comentadas en redes sociales, Saltburn, disponible en Prime Video.

Si Euphoria consiguiese salir adelante alguna vez (tienen la esperanza de que, a pesar de haber pausado indefinidamente, puedan regresar en 2025, no sabemos si sus actores estarán disponibles en pleno auge de su carreras. Lo que sí sabemos con certeza es que cuando regrese, si es que regresa, no podremos contar ya con una serie sobre adolescentes. Como en anteriores veces nos veremos obligados a tener un salto temporal porque quizá tener a Elordi interpretando a un chico de 16 años ya no cuele demasiado.

¿Qué pensáis? ¿Volverá Euphoria alguna vez?

Un deseo irlandés: El Irish Wish de Lindsay Lohan

¿Te gusta el amor? Yo diría que te gusta el amor. Es más, TE ENCANTA EL AMOR. Y tengo una película para esa cosa que tanto te gusta. Se llama Un deseo irlandés (Irish Wish), se estrenó en Netflix para San Patricio, o sea, hace muy poquitos días, y mezcla tres de mis cosas favoritas en la vida: Irlanda, las romcoms y Lindsay Lohan… Vaaaaaale, decir que la Lindsay es «una de las cosas favoritas de mi vida» es quizá exagerar un pelín, así que dejémoslo en que es una ex-trella teen a la que le tengo mucho cariño; es, simplemente, una de esas actrices que caen bien. ¿Cómo, que no te cae bien Li·Lo? FUERA DE ESTE BLOG.

He hablado largo y tendido (quizá muy largo y muy tendido) de Un deseo irlandés en mi podcast sobre Irlanda, pero si no tienes tiempo de escucharlo, te doy aquí unos argumentos poderosos por los que la película merece la pena: Irlanda está retratada con una belleza notable (bueno, es francamente sacarla fea en una película) y hay algunos apuntes sobre el país y sus gentes que no van nada desencaminados; los actores que apoyan a Lindsay tienen bastante encanto (especialmente, uno de sus dos intereses amorosos -te dejo que seas tú quien descubra o decida cuál de los dos-); y, para terminar, es una comedia romántica absolutamente respetuosa con este tipo de películas, Un deseo irlandés no pretende otra cosa que celebrar las comedias románticas. CHEERS! Te dejo el trailer: