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Mis pelis favoritas de Drew Barrymore

Drew Barrymore está de celebración, no solo lo está petando con The Drew Barrymore Show que tantas alegrías nos ha dado (la reunión de Nunca me han besado o Scream por ejemplo) sino que es su cumpleaños. Como no podía ser de otra manera, desde Brenda Forever, queremos celebrar a esta actriz que sigue siendo un icono desde los años 90.

Mis pelis favoritas de Drew Barrymore:

En ningún orden en particular porque es imposible listar por orden el sinfín de películas que encontramos en la filmografía de Barrymore, me dispongo a seleccionar las películas que más me han marcado o gustado a lo largo de los años. Seguramente haya alguna falta porque no las he visto todas y porque algunas que seguro son vuestras favoritas no estén entre mis preferencias. Es mi lista y me la foll* como quiero.

Sí, me encantan y creo que no ha pasado el tiempo por ellas. Soy más fan de la primera que de la segunda y no pienso para nada como Juan de que sea mala, aunque sí compartimos la admiración por ambas. Mi personaje favorito además es el de Dylan protagonizado por Drew Barrymore y estéticamente siempre seré como ella en la primera película. Pelirroja y con pelo rizado. Sí soy. Además de que ambas pelis son divertidísimas, la cantidad de cameos y de secundarios de lujos es increíble. Cada vez que veo un botín de punta me acuerdo del baile de Sam Rockwell.

Sí, también cuenta. La escena de Casey Becker al inicio de Scream es mítica y digna de un clásico de terror como lo podría ser Psicosis. La interpretación de Drew hace que no solo sea una escena de terror más, sino que verdaderamente te preocupes por el personaje. Un papel corto que consigue ser uno de los más recordados de la saga.

  • POR SIEMPRE JAMÁS

De esta recuerdo incluso haberla visto en el cine con mi madre. Es la clase de cuento de hadas y de Cenicienta que nos merecemos. Una heroína en sí misma que no necesita que la salven. La bondad y valentía de su personaje siempre me ha encantado y es otra historia que cuenta con grandes antagonistas y secundarios como Angelica Houston y Melanie Lynskey (su «I’m only here for the food» es de aplaudir).

  • MUSIC AND LYRICS

La pareja de Hugh Grant y Drew Barrymore podría parecer en un principio un poco extraña, sobre todo por la diferencia de edad aunque eso es algo que en Hollywood no suele importar. Pero la química de los personajes y la historia nos atrapan. Way back into love de mis canciones favoritas.

  • E.T.

A ver no podemos decir mucho más que no se haya dicho sobre E.T. pero no podría faltar porque no es solo una de mis ( y de todo el mundo) pelis favoritas de Drew Barrymore, sino una de mis pelis (y de todo el mundo) favoritas en general. Aún recuerdo la anécdota de mi hermana llorando viendo la peli y que cuando le preguntaron si estaba llorando (que obviamente lo estaba) contestó: no, riendo. Hace poco en The Drew Barrymore Show hicieron una reunión con el cast y confesaron que Barrymore siempre pensó que E.T. era real y Steven Spielberg hizo todo lo posible por no romper esa magia.

  • POISON IVY

Bien podría ser una peli de tarde que Drew Barrymore tiene unas cuantas de este tipo, pero aún recuerdo la primera vez que me enganché a este thriller siniestro. Ahora echando la vista atrás me da un poco de repelús la relación entre el personaje de Drew y el de Tom Skerrit (algo que en la peli ya se mostraba como siniestro) pero el enganche fue real y siempre es interesante ver a Drew en un personaje malvado al que no estamos acostumbrados.

  • MAD LOVE

Volví a verla no hace mucho ya que está disponible en Disney Plus y me parece un clásico de los noventa. Una película teenager que olvida el humor para adentrarse en los problemas reales de la adolescencia, los primeros amores y las relaciones tóxicas. La historia protagonizada por Chris O’Donnell guarda además demasiados parecidos con otra historia, la de Crazy/Beautiful de Kirsten Dunst y Jay Hernández.

  • CUATRO MUJERES Y UN DESTINO

Un western noventero y protagonizado por mujeres. No podemos pedir mucho más. Y además cuenta con un reparto de lujo junto a Madeleine Stowe, Andie McDowell y Mary Stuart Masterson. Estas bad girls como se titula la peli originalmente, me parecieron unas heroínas en su día y quise ser como ellas. Aunque he de admitir que es una de las pelis que tendría que revisionar porque hace bastante que no la veo.

  • HOME FRIES

Otra peli que tengo que revisionar porque descubrí hace mil años a través de Canal Plus y tampoco fue muy conocida. Pero está, atención, escrita por Vince Gilligan (creador de Breaking Bad y Better Call Saul, aunque yo la vi porque era guionista de Expediente X en aquella época). La historia es un poco locura, una embarazada Drew Barrymore se entera de que el padre de su hijo ha muerto y acaba enamorándose de su «hijastro» y debe enfrentarse a la familia de este que no ven con buen ojo a la que fuera amante del padre.

Una de mis pelis Happy Place. Cada vez que la veo me siento bien. Es cierto que yo soy un poco Jossie Geller, tanto en su época teenager como de adulta (juventud en realidad porque solo tenía 26 años y yo ya voy camino de los cuarenta. ME MATO). Hasta una vez me gustó un tipo que tenía un aire a Michael Vartan. La película además cuenta con David Arquette, nuestro querido Dewey en Scream. Hace poco también disfrutamos de una reunión del cast en The Drew Barrymore Show.

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¡¡Siempre sabrá lo que hicisteis el último verano!! Vuelve el hombre del garfio

Ayer por la tarde fue una de las tardes más felices de mi vida: no solo encontré una tienda donde vendían pipas de calabaza listas para comer (me seguís diciendo que las venden en el Lidl y el Aldi, pero yo no las veo), sino que además anunciaron el regreso de Sé lo que hicisteis el último verano. De momento lo único seguro son tres cosas: será una secuela, hay dos protas de las originales que podrían volver; y ya sabemos quién ocupará la silla del director. Vayamos por partes, como le gusta hacer a nuestro hombre del garfio:

Lo primero: será la tercera parte de la saga. ¿La primera? La amamos. ¿La segunda? Pasable. ¿La tercera que salió directamente «a vídeo» (preguntad a vuestros padres)? ¡Esa no existe! Esto nos lleva al tema de los actores: Jennifer Love-Hewitt y Freddie Prinze Jr. están «en negociaciones» para recuperar sus papeles de Julie James y Ray… tenemos que decir que, tristemente, inyustisia, Sarah Michelle Gellar y Ryan Phillippe ya no están entre nosotros debido a LA SAÑA con la que los mató Ben Willis, así que como no aparezcan en plan fantasmal no sé yo…

¡Ah, y ya sabemos quién dirige! Jennifer Kaytin Robinson, la responsable de Do Revenge, la peli teen con guiñitos a pelis adolescentes del pasado de la que ya nos habló Pili. Escribe el guión Leah McKendrick, parece que Kevin Williamson no estará ni como productor. Se dice que van a meter nuevos teens para hacer ese «ceder el testigo» que tan bien ha hecho nuestra querida Scream y poder seguir explotando la historia en futuras secuelas. Lo que se viene llamando requel o recuela, jejeje (me río porque es que lo estoy gozando).

Gracias de corazón a la serie de Prime Video de IKWYLS por ser tan mala y provocar la reacción airada de miles de fans en el mundo clamando por la vuelta de los originales. Well… they are back. FUCK YEAH. Ya veremos si no hay forma de meter a SMG y el señor Phillippe, yo creo que dándole un par de vueltas los podemos colar…

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El día de la marmota en el cine teenager

Hoy 2 de febrero se celebra el Día de la Marmota, ese en el que los granjeros de Estados Unidos y Canadá predicen el final del invierno según se asome una marmotilla cuando termina de hibernar (si no se ve su sombra, es que el invierno toca a su fin). Este día se usó como base argumental para el film que en España llamamos Atrapado en el tiempo y que es el ejemplo perfecto de «peli de bucle temporal»: Bill Murray está condenado a repetir una y otra vez el mismo día y deberá averiguar cómo romper ese loop infinito. En cine hemos tenido muchos ejemplos de este tipo de pelis (como esta), pero vamos a centrarnos en los casos teenager:

Mi querida Tree se ha enfrentado dos veces al bucle (y al asesino ese con la careta de bebé), tanto en Feliz día de tu muerte como en Feliz día de tu muerte 2 (siempre le agradeceré a internet el subtítulo oficioso de la película: «El día de la marmuerta», maravilloso… y sigo esperando la tercera parte); pero esta tradición de cine teen+loop temporal es de mucho antes: Ashton Kutcher tenía un embolado temporal de cuidado en El efecto mariposa (2004); Camp Slaughter (o Camp Daze) es un slasher con repetición de la jugada de 2005 sin mucha fama; La chica que saltaba a través del tiempo (2008) no es cine «teen» y el bucle no es tan cerrado, pero es un anime super famoso sobre una estudiante que puede volver al pasado (basado en la novela Toki wo Kakeru Shojo de 1967) y merece que la mencionemos.

Haunter (2013) tampoco es cine técnicamente teen pero en ella tenemos a una adolescente que acaba de cumplir 16 años (Abigail Breslin) y que descubre que toda su familia está muerta y que se ve condenada a repetir sus última día de vida en familia (glups). ¿Y si juntamos American Pie con Atrapado en el tiempo? Pues tenemos a un chico repitiendo una y otra vez el momento en el que perderá la virginidad (Premature, de 2014, con Alan Tudyk en el reparto); The Final Girls (2015) me encanta y va de un grupo de amigos metiéndose en una peli slasher de los 80 que se reinicia cada 92 minutos (es muy loca).

Si no despierto (2017) tiene a Chlöe Grace-Moretz y Zoey Deutch repitiendo el mismo día over and over; en El mapa de las pequeñas cosas perfectas (2021) podemos ver a la prota de Este cuerpo me sienta de muerte viviendo su propio bucle temporal (y romántico)… no sé si meter en la lista Project Almanac de 2015 y, respecto al cine español, ya sé que no es de teenagers pero me muero por ver El increíble finde menguante (2019), ¿la habéis visto?

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Not Another Teen Movie Festival

Como Juan y yo últimamente tenemos mucho tiempo libre (hola, buscamos trabajo) hemos decidido aventurarnos en el mundo de Twitch y los streams. Ya hicimos una prueba hace poco y parece que la cosa funciona pero para estrenarnos por todo lo grande hemos montando un FESTIVAL DE CINE TEEN.

Bueno, a ver. Como en Twitch se puede hacer stream de las pelis de prime video (para los que sean miembros, no va a ser este todo gratis) hemos hecho una selección de películas para comentar en vivo y en directo. El Not Another Teen Movie Festival será el finde del 3 de febrero. Sí, en pleno Benidorm Fest, pero tranquis que será tempranito para que podamos disfrutar de los dos eventos.

El viernes 3 a partir de las 18:00 veremos Chicas Malas porque no se puede empezar por otra. Para esta películas nos acompañará @gli_tterx que además de ser mega fan de toda la cultura noventera/Y2K y de las pelis de Lindsay Lohan, es una ilustradora genial (aquí tenéis su Instagram para que echéis un vistazo a las cosas que hace).

Aún estamos ultimando detalles para los siguientes visionados pero tendremos sesión doble de cine teen el sábado y domingo a partir de las 17:00. ¿Nos os parece un planazo?

El sábado tendremos Devuélveme mi suerte (porque nunca tendremos demasiadas Lindsay Lohan) y First Daughter (no es una peli muy allá pero cualquier excusa para meter a Katie Holmes es buena) y el domingo tendremos Monte Carlo con un trío teenager encabezado por Selena Gómez haciendo doblete y para finalizar Fanática (la versión teenager de Atracción fatal. Sí, existe).

Nos contectaremos en Twitch con nuestras cuentas de Prime, si no tenéis Prime podéis aprovechar la ocasión o «bajar al videoclub, guiño, guiño y poner la película a la vez para disfrutar de la comentada. Luego apagamos y nos vamos a Benidorm. ¿Os apuntáis? Esperamos que sí, no nos dejéis solos. Este tipo de cine tenemos que potenciarlo más.

Además de estos visionados contaremos con alguna entrevista a gente experta en el tema teen que nos cae muy bien y prepararemos contenido para el blog y nuestras redes sociales. ¿Sabéis que ahora estamos en TikTok? Tenemos una edad pero ahí estamos, ojo ahí bailar quizá no nos pongamos a bailar pero sí que habrá mucho salseo y contenido de los 90.

PD: Si alguien quiere participar en los streams o quiere hacer algo especial para la ocasión nos puede contactar por privado en Twitter

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Ghostface en el metro de Madrid

¡Ya tenemos tráiler de Scream VI! ¿Que por qué se llama Scream VI si la anterior era simplemente Scream? Otro misterio más de Woodsboro, tendremos que llamar a Gale Weathers.

Ya sabíamos que Ghostface y los supervivientes de la anterior entrega se mudarían a la Gran Manzana. Nueva York será la nueva localización para que nuestro asesino en serie favorito empiece a sacar su cuchillo, y ya hemos visto uno de sus primeros ataques. El metro de Nueva York será uno de los escenarios del crimen, al menos eso apunta el nuevo tráiler de esta entrega de Scream. Un tráiler que quizá ha desvelado demasiado por lo que si no quieres enterarte de nada sobre qué ocurrirá en esta nueva película de Scream, huye del tráiler y para de leer porque se viene un pequeño spoiler.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, al tratarse de un tráiler, no podemos asegurar que todo lo que hayamos visto sea del todo cierto. Muchas veces existen trucos de montaje, o quizá sea una escena que finalmente se trate de un sueño de los protagonistas, recordemos que esto ya pasó en el final de Sé lo que hicisteis el último verano, con guion de Kevin Williamson que en este caso (en Scream VI) ejerce de productor.

¿Qué nos revela el tráiler? Que Ghostface no le teme a nada y se adentra en pleno metro de Nueva York en la noche de Halloween. Su víctima en este caso será Mindy. Sí, la querida sobrina de Randy Meeks, al parecer tendrá el mismo destino que su añorado tío. Pero, ¿y si sobrevive? Parece demasiado descarado revelar una muerte tan importante meses antes del estreno de la película y teniendo en cuenta que Williamson, productor ejecutivo, ha confesado arrpentirse de haber matado a Randy en la segunda parte de esta saga, no creemos que haya permitido que se vuelva a repetir este mismo error.

Dicho esto, y por no adentrarnos en más especulaciones, queremos darle un toque de humor a la idea de Ghostface teniendo que esperar que pase el metro tras quince minutos de espera. Sí, vamos a trasladarlo hasta Metro Madrid.

Imaginad por un momento a Ghostface teniendo que recorrer los pasillos interminables de Nuevos Ministerios, o teniendo que hacer el famoso trasbordo de Diego de León. Nuestro querido enmascarado tendría que estar demasiado en forma si quiere que sus víctimas acaben en sus manos. Sobrevivir también tiene que ser complicado, pero Ghostace tiene las de perder. La visibilidad con la máscara es menor y seguramente el traje se le quede enganchado en alguna puerta o escaleras del metro.

El metro de Madrid hace ya tiempo que no vuela, como decía su famoso eslogan, así que nada le evitará tener que esperar los 15 minutos de rigor, sobre todo si actúa, como normalmente, por la noche. Los últimos metros que pasan se toman su tiempo. Pero, si decide cometer la locura de actuar en hora punta, aún lo tendrá más crudo. ¿Cómo explicará que en realidad a esa persona que ha apuñalado no pretendía hacerle daño? Es que estaban demasiado pegados y al moverse, pues claro… los accidentes ocurren. No tendrá otra que matar a diestro siniestro a NPCs que se encuentre hasta llegar a su víctima real. Y seguramente, en más de una ocasión, acabe aplastado contra el cristal y con esa máscara dudamos que pueda respirar muy bien.

Vamos a suponer, además, que Ghostface es una persona como nosotros. Con sus manías, a la que le gusta que la gente se comporte de forma adecuada en el metro y que se molesta cuando alguien no deja el asiento reservado a alguien que lo necesite. Que lo de matar está bien porque tiene un móvil que lo justifica, pero ser una persona desagradable así por que sí, pues no. Pronto acabaría olvidando sus ansias de venganza (por el motivo que sea esta vez) para acabar atacando al que hace manspreading ocupando dos asientos, la personas que dejan las bolsas del Primark en un asiento como si fuesen un viajante más o las personas que «se han olvidado la mascarilla», porque si Ghostface lleva la máscara esa que no le deja ni ver, tú te puedes tapar hasta la nariz tan cómodamente. Sin olvidarnos a todas esas personas que se acumulan en la puerta de salida y tienes que esquivar a codazos para poder salir a tiempo.

La lista puede ser interminable: quien no se pone a la derecha en las escaleras del metro, los que corren haciendo creer a todos los que vienen detrás que está por irse el metro y en realidad aún no ha llegado. A todas esas personas que creen que tienen un gusto musical estupendo y ponen la música en alto en vez de ponerse a escuchar con los cascos. Y sobre todo, a los artistas del metro, especialmente a cualquiera que toeque el xilófono.

¿Y tú quién crees que pondría más de los nervios a Ghostface en Metro Madrid?

PD: Si no vives en Madrid, pero tu ciudad tiene metro, también puedes participar.

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Crueles Intenciones y Fanática, dos remakes teen (¿domesticados?) de productos adultos

El éxito casi en cadena de las dos primeras Scream (1996 y 1997), Alguien como tú (1999) y American Pie (1999) demostraron no solo que el cine teen era la moda imperante del Hollywood de finales de los 90 y comienzos de los 2000, sino además que cualquier apuesta con adolescentes era una apuesta segura: slashers, comedias románticas, cine de destape a lo Porky’s, todo funcionaba. Así pues, ¿por qué no probar también con remakes de películas viejas? Alguien en Columbia, actual Sony, quiso probar la teoría con una cinta de época de 1988 de Stephen Friars basada en la novela epistolar Les Liaisons dangereuses escrita por Pierre Chorderlos de Laclos y publicada en el siglo XVIII. ¡Casi nada!

En Crueles Intenciones (1999), el sueño (húmedo) del director Roger Kimble, la idea era trasladar Las amistades peligrosas al mundo de los adolescentes de Nueva York, añadiendo una pátina de crudeza y mala leche al estilo de lo hecho por Todd Solondz en La Casa de muñecas (1999). Para que la mudanza funcionara era necesario no solo inundar el reparto de las estrellas del momento, sino también rebajar el drama de la historia original y potenciar los momentos de comedia y las escenas más sexualmente explícitas, como el beso con lengua de Katheryn y Cecile (parodiado con mucho arte en Not Another Teen Movie (2002)) o la esperada noche de pasión de Sebastian y Annette al ritmo de Colourblind de Counting Crows en lugar de To Sheila de los Smashing Pumpkins como quería el director (Billy Corgan se negó). Estas y otras escenas la hicieron merecedora del trigésimosegundo puesto en la lista de “Películas más sexys de la historia” según un ranking de Entertainment Weekly de 2008.

El argumento es como sigue: Katheryn Merteuil (Sarah Michelle Gellar por Glenn Close de Las amistades peligrosas) es una lianta de buena familia que comparte piso, y por piso nos referimos a una mansión que flipas en el centro de Manhattan, con su hermanastro Sebastian Velmont (Ryan Phillippe por John Malkovich, toma ya), otro pijazo que se dedica a seducir a jovencitas por pura diversión. Una vez seducidas, las desecha y les hace una especie de fichita en un cuaderno que lleva a todas partes con él (llamarlo chorbo-agenda se le queda pequeño, es más bien un Tinder en papel). Para darle un poquito de diversión a su verano, los chicos hacen una apuesta: si Sebastian consigue acostarse con la puritana (y virgen) Annette Hargove (Reese Witherspoon por Michelle Pfeiffer), Katheryn le permitirá pasar una noche de pasión con ella (literalmente, “podrás metérmela donde quieras”, como expone Sarah Michelle Gellar en una escena en la que más de uno se atragantó). En cambio, si Sebastian no logra conquistar a Annette, Katheryn se quedara con su coche.

La película contiene tantas manipulaciones sexuales y juegos de poder de la élite adolescente de Manhattan que bien podría haberse llamado Gossip Girl: The Movie; ese modo desprejuiciado de abordar las relaciones y el sexo entre adolescentes (recordemos que estamos a años luz de cosas como Euphoria) fue totalmente novedoso en su momento y, hasta cierto punto, escandaloso. De hecho, el hoy cancelado Joss Whedon llegó a calificarla como una “peli pornografilla” (“a porny”) para disgusto de Sarah Michelle Gellar, que entiende que hizo aquí su mejor interpretación (no sería este el único roce entre Whedon y SMG, como el tiempo nos ha demostrado). Podría argumentarse que la película se achanta cuando llegan los momentos de la verdad (la primera vez que Sarah Michelle Gellar va a esnifar la cocaína que oculta en su crucifijo, la cámara se aparta deliberadamente de ella, mostrando simplemente la reacción de Ryan Phillippe) pero al final del film, en la escena en la que Katheryn se encuentra en los lavabos con Annette, no tienen problema alguno en mostrar el esnifamiento en toda su gloria. Buffy esnifando coca en primer plano, no está mal para provocar.

Vista hoy en día, Crueles Intenciones resiste bien el paso del tiempo. Sus características netamente noventeras (ese soundtrack con Blur, Placebo o The Verbe, ese montaje hipervitaminado) no le han restado ni la provocación ni el desparpajo que ya exhibía en su estreno y se entiende ese estatus de semi-culto que ha ido adquiriendo con el paso de los años, dando lugar no solo a secuelas innecesarias, sino también a musicales y hasta un intento de reboot televisivo que no salió adelante por poco (diría que afortunadamente, el piloto no era muy prometedor…).

El reparto es como un All Star de las estrellas adolescentes del momento, al trío protagonista hay que sumarle a Sean Patrick Thomas (Espera al último baile, Save The Last Dance), Selma Blair, Joshua Jackson (con ese pelo rubio platino que tanto le gustaba llevar en sus películas… y que tan poco les gustaba a los de peluquería de Dawson Crece) o Tara Reid, en un pequeño papel al comienzo del film. Hasta Jennifer Love-Hewitt está presente, aparece en la portada de la revista Seventeen que le muestra Sebastian a Katheryn. No sabemos si el agente de Freddie Prinze Jr. se estaba echando la siesta cuando estaban eligiendo el reparto del film, pero todo apunta en esa dirección. Columbia Pictures quería a Katie Holmes para Annette pero el director Roger Kumble no la veía en el papel y logró convencer a Reese Witherspoon, ya por entonces novia de Ryan Phillippe, para incorporarse al film con la promesa de que en dos semanas estarían rodadas todas sus escenas.

¿Os podéis creer que originalmente se titulaba Cruel Inventions? No es ningún INVENT, originalmente querían darnos “Invenciones” por “Intenciones”. Gracias a Dios, los espectadores de los pases de prueba son mostraban tan confundidos al no encontrarse con una cinta de ciencia-ficcion (la única sci-fi de la peli es que haya tanta gente guapa en la pantalla al mismo tiempo…) que los productores le cambiaron una letra al título y todo arreglado.

Crueles Intenciones 2 (2001) es en realidad un remontaje de los tres episodios que se rodaron de Manchester Prep, la que iba a ser serie de televisión-precuela de la película. Se ha hecho famosa con el tiempo por contar en su reparto con Amy Adams (que es mayor que Sarah Michelle Gellar) dando vida a una versión mas joven de Katheryn. La versión joven de Sebastian Velmont le corresponde a Robin Dunne, actor más frío que un témpano de hielo y que en Dawson Crece dio vida a A.J., el novio universitario de Joey en la tercera temporada. Curiosamente, otro lazo con Dawson Crece une a Crueles Intenciones 3 (2004) y es que en su reparto se encuentra Kerr Smith, nuestro querido Jackers.

Como la idea del remake teen de una peli de 1988 había dado resultado, decidieron probar con una de 1987, Atracción Fatal de Andrew Lynne. Ahora la historia tendría lugar en un instituto cualquiera y no el mundo de los negocios neoyorquinos, mientras que la pareja amenazada ya no sería un matrimonio sino una pareja de estudiantes. La historia de Fanática (Swimfan, 2002) se sigue con agrado en su primera media hora, cuando no sabes por dónde te va a salir la fanática en cuestión (Erika Christensen -que aquí lo cuenta TODO sobre la peli- por Glenn Close), pero en cuanto la novia del prota (la encantadora Shiri Roswell Appleby) descubre que le han puesto los cuernos, esto se convierte en un correcalles que no tiene absolutamente nada que decir sobre su generación. En Crueles Intenciones se intentaba hacer un retrato (exagerada o no) de cierto tipo de adolescentes, en Fanática no se intenta nada más que aludir a las más bajas pasiones.

Carreras, investigaciones y un predecible final feliz en el que la infidelidad del chico (un Jesse Bradford que nunca fue el ídolo teen que tantas veces quisieron lanzar) queda automáticamente perdonada “porque la otra está mú loca”. Ah, vale, pues p’alante. Como decimos, el traslado de una historia adulta de infidelidades, segundas oportunidades y vidas nunca vividas se traslada al mundo adolescente limando cualquier arista de profundidad del producto original. Donde Michael Douglas podía tener alguna duda con respecto a su matrimonio y compartió sin duda mucho más que una conexión física con Glenn Close, tenemos a un Jesse Bradford donde únicamente tiene un calentón que quiere eliminar cuanto antes de su vida. Lamentablemente para él, pero no para la audiencia, la fanática le va a obligar a saltar por unos cuantos aros (de fuego) si quiere “borrarla” de su vida. ¡Qué pena que cuando llegó esta revisión de la historia aún no existían las redes sociales! Jesse Bradford, te libraste.

Aparte de la simplificación de la historia ya mencionada, algo más que juega en desventaja de este (inconfeso) remake de Atracción Fatal con respecto al de Crueles Intenciones es el reparto. No es lo mismo una Reese Witherspoon que una Erika Christensen, ni siquiera unos Sarah Michelle Gellar/Ryan Phillippe que Shiri Appleby/Jesse Bradford: los primeros tenían tirón en taquilla, los segundos… not so much. Años más tarde llegaría Disturbia, en la que DJ Caruso convierte a Shia LaBeouf en la versión adolescente del James Stewart de La Ventana Indiscreta… pero era ya 2007, la fiebre por el cine teen de finales de los 90 había pasado, y las producciones adolescentes digievolucionarían de maneras sorprendentes.

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En Jóvenes y Brujas, la bruja mala es la bruja buena

The Craft (Andrew Fleming, 1996), que en España decidimos llamar Jóvenes y Brujas para dejar bien claro el concepto (a ver si te ibas a creer que era una peli de alfarería o manualidades), enfrenta a dos brujas teenagers con la intención de que nos pongamos del lado de la “buena” y sintamos profundo repelús (tras cierta atracción inicial) por la “mala”. El problema es que la Bruja Mala (Fairuza Balk, en el mejor papel de la historia del cine) usa la brujería para tomar el control de su vida y enfrentarse a sus demonios, mientras que la Bruja Buena (Robin Tunney, buena actriz, mala peluca) la usa para… molarle a un tío. ¿En serio, Bruja Buena? ¿En serio?

A ver, respetos al máximo por el hechizo-más-viejo-del-mundo, pero forzar a alguien a enamorarse de ti quizá no debería ser tu prioridad cuando tu vida tiene asuntos más urgentes que atender. Veamos: Sarah, que así se llama La Bruja Buena, se muda a Los Ángeles para estudiar en el colegio católico de St. Benedict ya que su padre está intentando eso que tanto hacen los norteamericanos en el cine: un FRESH START. A Sarah este cambio de colegio no le aleja el nubarrón de la cabeza (la chica intentó suicidarse tras la muerte de su madre) pero acaba juntándose con las raras del insti (“WE are the weirdos”) para distraerse robando en centros comerciales (enseñanza #57 del cine adolescente: los estudiantes de Beverly Hills nunca pagan en las tiendas de ropa) e integrándose en su particular aquelarre.

Y es que las raras son aprendices de brujas y necesitan ese empujoncito final de una Bruja de verdad (el don de Sarah es “natural”, como le dice nuestra Assumpta Serna) para desbloquear un maravilloso mundo de encantamientos, invocaciones y maleficios. Vale que las dos brujas sidekicks se vuelquen en sus cuitas personales (Neve Campbell pre-Sidney Prescott quiere quitarse sus cicatrices y ser guapa, Rachelle True quiere humillar a una compañera racista y la deja calva), pero ¿también la Bruja Buena? Porque lo primero que hace Sarah con este upgrade brujil proporcionado por “el poder de cuatro” (ejem) es vengarse del chico que alardea de haberse acostado con ella… ¡hechizándole para que se enamorarse de ella! Vale que Skeet Ulrich pre-Billy Loomis merece un castigo ejemplar, pero ¿habíamos venido a St. Benedict a superar el dramón de la madre o a jugar al teen romance?

Porque a Nancy, que así se llama la Bruja Mala, la visten de negro, la ponen de líder de las raras, la gótica, la malota, la borderline… pero cuando consigue sus poderes no se dedica a enamorar a compañeros de clase sino a cambiar su vida para mejor. Puede que sus decisiones sean un poquito extremas pero a grandes males, grandes remedios, ¿no? La chica, que pasa sus días en una caravana con su madre y un padrastro que es más white trash que una peli de Rob Zombie, hace que al señor le dé un jamacuco para que deje de pegar a su madre (y de acosarla sexualmente, de paso). Resultado, el señor palma, ellas heredan una fortuna, y se mudan a un pisazo guapo con calefacción, vistas y hasta una jukebox. ¡Minipunto para la Bruja Mala! Vale que a Fairuza el brujerío se le sube un poco a la cabeza pero… ¿quién ha usado mejor sus poderes? ¿La que obliga al tío que la ha difamado a ser su perrito faldero (le lleva hasta los libros y el bolso) o la que resuelve su futuro y el de su madre?

Más tarde, Sarah Robin Tunney se dedica todo el rato a advertir a las chicas de que no deberían usar sus poderes para el beneficio particular o no sé qué vaina de las responsabilidades, como si fueran Spider-Man o algo. ¡Oiga, no nos de la murga! ¡Que usted se ha marcado un hechizo de amor, el hechizo más egoísta y menos original de la historia de la Brujería! Y es que luego, para más inri, Fairuza decide vengarse de Billy Loomis al descubrir que el chico casi viola a Robin Tunney. ¡Y Robin Tunney se lo echa en cara, en plan “hala, te has pasado, te estás embebiendo de poder”! Sí, es verdad que Fairuza ha arrojado a Billy Loomis por una ventana y el chico se ha partido el espinazo en mítico catacroker, pero ¿realmente quería matarlo o es solo que no ha calculado bien? Ser la depositoria de los poderes de Manon (“el estadio en el que Dios y el Diablo jugarían un partido de fútbol”) no es nada fácil.  Lo siento pero en el combate final voy con la “Bruja Mala”, ha defendido a su amiga de un violador y a su madre de un maltratador. Además, levita. La “Bruja Buena” todo lo que tiene es un peinado cuestionable (y no me hagáis hablar del color que elige cuando farda de sus poderes de teñido automático de pelo…).

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Do Revenge es un collage de 90s teen movies

Estaba dispuesta a que Do Revenge me gustara y aunque no ha estado mal, me ha dejado un poco vacía. Esperaba más de algo que pretendía ser un homenaje a las grandes teen movies de los 90.

Sex tapes, teenagers y feminismo. Podría haberse convertido en toda una revolución pero para eso ya tenemos a Nación Salvaje que supo lanzar un mensaje mucho más claro y atrevido sobre una situación que vivimos en nuestro día a día. Do Revenge se queda en la superficie, no es más que un hilo viral de Twitter donde alguien lanza un rant sobre los aliados feministas que guardan muchos cadáveres en el armario.

Camila Mendes y Maya Hawke están bien pero podrían haber estado mucho mejor si sus personajes fuesen más icónicos. No son Kathryn o Annette, y por supuesto Max no es Sebastian Valmont aunque guarden algunos parecidos. Los homenajes a clásicos teenager puede que sea el mayor atractivo de esta cinta en a que descubriréis referencias a Clueless, Cruel Intentions (incluso sale Sarah Michelle Gellar que está fantástica), Jawbreaker o 10 razones para odiarte. (Aquí tenéis un artículo que recopila todas las referencias).

Los giros inesperados solo hacen que esbocemos una sonrisa y algunos no son para nada sorprendentes. Las escenas más dramáticas se quedan bastante flojas e intentan recrear momentos de otras pelis teen. Do Revenge sale perdiendo en todas las comparaciones.

Podemos destacar también los outfits que recuerdan a Heathers o Fuera de Onda, pero mientras quiero imitar todos los looks de Cher aquí no me pillaréis ni muerta con algunos de los estilismos que lucen Mendes o Hawke.

Podréis pasar un momento entretenido viéndola, pero si eres fan de los clásicos vas a disfrutar más con un revisionado más de Fuera de Onda o Mean Girls, que viendo esta peli.

Y mira que lo siento.

PS: Sí, también hay escena de makeover

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Música Sí, Relativity y la Señorita Tingle en el nuevo Super Teenager [PODCAST]

En este nuevo Super Teenager modalidad vintage volvemos a los gloriosos finales de los 90 para analizar tres productos muy distintos, dos televisivos y uno cinematográfico (¡pincha debajo para escucharlo o «Ir a descargar» para bajártelo a tu reproductor de MP3!):

Ir a descargar

– Música Sí: El programa (mayormente) de playbacks que se asentó en Televisión Española como el «sitio donde ir» cuando eras un cantante/grupo de éxito de la época y tocaba presentar nuevo trabajo. Repasamos su historia, presentadores y artistas invitados.

– Relativity: Siento debilidad por esta serie late-noventera que venía a ser un cruce de Antes del amanecer y Felicity. O así es como funcionaba en mi cabeza. ¿Era un poco fluffy? Sí. Y ahí radica su poderío. Una de aquellas joyitas que nos traía Canal Plus sin hacer preguntas (… tan solo nos pedía dinero).

– Secuestrando a la Señorita Tingle: Debut en la dirección de Kevin Williamson, que gracias al exitazo de Scream y Dawson Crece (¡menudo double combo!) pudo rescatar el primer guión que escribió para ajusticiar a la profesora que le dijo que nunca podría ganarse la vida escribiendo. ¡¿Quién se ríe ahora, eh?! Helen Mirren es Ellen Tingle, y Katie Holmes la teenager que se presenta en su casa con una ballesta para que le suba la nota (cómo no amar esta película).

Todo esto y canciones y trailers de finales de los 90. Esto es muy fuerte.

Publicado en Teen-Movies

Espera al último baile: la dance movie para dominarlas a todas

He vuelto a ver Save the last dance (Espera al último baile, 2001) y traigo noticias: ESTO ES UN CLÁSICO. Con más de 20 años a sus espaldas, la película aguanta perfectamente un revisionado: ¿el rollito chica blanca en instituto solo de negros? Aguanta. ¿La mezcla de ballet y hip-hop? Aguanta. ¿La química de Julia Stiles y Sean Patrick Thomas? ¡Aguanta que no lo sabes tú bien! Y es que, pese a empezar con un topicazo de esos de película (chica que se fustiga por un hecho dramático que tiene que ver con su madre… y no es que no sepa bajarse una app), luego se desarrolla de forma inteligente y hasta profunda. Hmmmm, una peli de adolescentes que bailan a la que le han puesto cerebro y cariño, ¿¿quién se lo iba a esperar??

Es verdad que la cinta comienza como una «dance movie» inofensiva, pero te pones a verla y a la media hora ya te han hablado más de integración racial, el «white privilege» y los choques culturales («solo hay un mundo» dice la Stiles incrédula; «eso es lo que os enseñan a vosotros, nosotros sabemos una cosa diferente», le responden sus nuevos compañeros) que en toda Mentes Peligrosas. Y todo esto, mientras se traba una bonita relación entre dos personajes que no son los típicos memos guaperillas (ejem) y que además cantan y bailan. Dejad que os copie el párrafo inicial de la crítica de Roger Ebert, que lo cuenta mucho mejor que yo:

«Save the Last Dance» begins with standard material but doesn’t settle for it. The setup promises cliches, but the development is intelligent, the characters are more complicated than we expect, and the ending doesn’t tie everything up in a predictable way. Above all, this is a movie where the characters ask the same questions we do: They’re as smart about themselves as we are.» [EMPIEZA CON MATERIAL ESTÁNDAR PERO NO SE CONFORMA CON ELLO. LA PREMISA PROMETE CLICHÉS PERO EL DESARROLLO ES INTELIGENTE, LOS PERSONAJES SON MÁS COMPLICADOS DE LO ESPERADO Y EL FINAL NO LO DEJA TODO ATADO DE FORMA PREDECIBLE. SOBRE TODO, ESTA ES UNA PELÍCULA EN LA QUE LOS PERSONAJES SE PREGUNTAN LO MISMO QUE NOSOTROS, SON TAN LISTOS SOBRE ELLOS COMO LO SOMOS NOSOTROS]

En el reparto tenemos a la estupenda Julia Stiles y esa melancolía que tiene siempre su mirada, el encantador Sean Patrick Thomas que no sé cómo no es una estrella de cine (bueno, sí que lo sé: Halloween Resurrection), Kerry Washington comiéndose ella solita la primera media hora de la cinta, el debut de Bianca Lawson y unos secundarios super-creíbles.



Pero lo mejor de todo, OF COURSE, son esos bailes. Dejémonos de historias, ¡aquí hemos venido a lo de la blanquita aprendiendo hip-hop! (tanto se aplicó en aprenderse las coreografías Julia Stiles que se perdió las salidas nocturnas a los clubes de Chicago comandadas por la coreógrafa Fatima Robinson, tal como cuenta la propia actriz en esta entrevista). Los bailes de Espera al último baile están trabajados y se nota, tanto los que tienen lugar en el club nocturno (el primero con la Stiles «aprendiendo» y los siguientes ya con la Stiles on fire) como el baile final para entrar en Juilliard, que se habrá ridiculizado todo lo que queráis, pero a mí me parece que es un número guay.



Como curiosidades, sabed que cuando se rodó la peli Julia Stiles tenía 19 años y Sean Patrick Thomas unos poquitos más… ¡30!; que recaudó más de 130 millones de dólares en todo el mundo; que Kerry Washington se compró su primer laptop con su sueldo (fue su primer papel -acababa de graduarse en la universidad con 22 años-); que Julia Stiles fue elegida para el papel gracias a su «baile en la mesa» de 10 razones para odiarte; que en Vulture dicen que Bianca Lawson y Kerry Washington le roban la peli a los protas (un poco al principio sí, la verdad); que a la Stiles le hicieron un reportaje en la Rolling Stone tras el éxito de la película; que ganó el MTV Movie Award al mejor beso en 2001… y que me voy a poner ahora mismo a dar clases de baile porque lo de la silla lo tengo que hacer yo.



No quiero terminar este post sin mencionar la polémica racista con esta película. Que yo no sabía que existía pero investigando para este post he visto que sí, que la hay. Os confieso que yo, que no soy una persona racista, he intentado defender ante mí mismo que la peli no es racista… pero es verdad que la visión que se da de la comunidad negra no es, que digamos, la más positiva. Esto es así. El hecho de que pinten a Sean Patrick Thomas como EL ÚNICO NEGRO CON FUTURO (Kerry Washington es madre soltera y el amigo de Sean Peatrick Thomas está en una banda callejera) es un poco problemático… pero no es que todos los personajes blancos sean la repanocha. Por ejemplo, el padre de Julia Stiles la dejó tirada de pequeña y se preocupa más del jazz que de su hija; o fijaos en la amiga de Julia Stiles, que cuando la llama por teléfono, le pregunta que si ha visto ya algún tiroteo en su nuevo barrio, asumiendo el propio film los prejuicios racistas que tienen los blancos sin poner paños calientes. Creo que el hecho de que Julia Stiles asuma automáticamente que el bebé que cuida Kerry Washington es suyo es lo que pensaría ese personaje en esta historia, pero… ¿pensaría lo mismo de una chica blanca o creería que es la canguro del niño? ¿Es racista mostrar en una pantalla los prejuicios de una persona aparentemente no racista pero que lleva integrados comportamientos que pueden ser racistas sin que ella lo sepa? No sé, esto es bastante complejo. Yo venía a lo de los bailes. Además, como explican en este recomendable artículo, no se presenta al personaje de Julia Stiles como la «white savior» (práctica habitual en cine por la que un personaje blanco llega a una comunidad externa para arreglar todos los problemas de dicha comunidad gracias a su maravillosidad blanca). A mí me parece una película inteligente y no racista, pero puedo estar equivocado (en este vídeo la ponen a caldo con argumentos bastante válidos… mirad, vedla vosotros y decidid).