A lo largo de los años todo fan de las series ha tenido algún marido o mujer ficticio, y no me refiero a inventados o inventadas, sino de ficción. Esos personajes que nos gustan un poco más de lo normal, que nos hacen acercar la mano a la pantalla con la intención de tirar de ellos y traérnoslos a casa. Recuerdo muy bien a mi primer marido televisivo: Chandler Bing. Tenía tan solo 8 años cuando le vi por primera vez entrando al Central Perk. Señalé a la tele y dije «es mío» y así empezó nuestra historia de amor. Desde entonces han habido muchos más (Ned «The Piemaker» y Ben Wyatt, entre otros), pero ninguno había sido tan inesperado como el que llegó a mi vida en 2013: Jake Peralta, de Brooklyn Nine-Nine.
El caso es que a pesar de estos tres años aun no lo hemos formalizado, así que para que se entere, se lo voy a dejar escrito.
Me quiero casar contigo, Jake Peralta.
¿Que por qué?
Lo primero es porque me encanta tu cara, Jake. Y esto me duele decirlo, porque antes de que fueras Jake, cuando te llamabas Andy Samberg y salías en Saturday Night Live y sacabas discos y sketches con The Lonely Island, tu cara era una de esas caras que no entiendes el porqué, pero te caen mal. Juré ante el Universo que jamás te encontraría atractivo, pero luego te convertiste en policía y empezaste a ponerte camisas de cuadros con corbata y chaquetas de cuero y te cortaste el pelo. De repente esa cara que odiaba había madurado y funcionaba mejor con el resto de tu cuerpo. Ahí supe que mi juramento se había roto.
De ti también me gusta que eres feminista. La manera en la que tratas a tus compañeras de trabajo y como respetas sus decisiones (y como aprendes y pides perdón cuando no lo haces por tu ego, que te pierde) demuestra que las consideras como iguales. Igual es por lo de que te crió tu madre, igual es porque tienes unas compañeras muy grandes, pero tus amistades con ellas son tan genuinas y tan interesantes como las que tienes con los hombres, y eso hoy en día es muy raro de ver en televisión.
Porque eres un policía cojonudo. A la hora de resolver casos nadie (excepto a veces Santiago) te gana. ¿Y de incógnito? Un puto genio. A ver quien desmantela un laboratorio de drogas o una mafia como tú. Me entran calores, oye.
Porque eres gracioso, joder. Porque se te ocurren cosas como la apuesta anual de Halloween en la que intentas robar a Holt. Porque vives tu vida como si fuese La Jungla de Cristal. Y sí, a veces eres un cerdaco y dejas comida en tus cajones hasta que seres vivos empiezan a habitar en ellos, pero al menos has hecho pequeños amigos animales.
Porque cuando alguien te gusta y no te corresponde, aceptas que no siente lo mismo, y cuando crees que por fin lo hace, esperas al momento adecuado para dar el paso. Esto conmigo no te pasaría porque yo ya te quiero, claro.
Porque todos tus compañeros te quieren: Charles, tu mejor amigo; Terry, que confía en ti para que le lleves a hacerse una vasectomía. Holt, al que has adoptado como padre. Gina, con quien compartes cosas que nadie conoce porque fue tu amiga desde la infancia o Rosa, tu compañera de academia, un enigma para casi todos pero no para ti. Hasta Scully y Hitchcock te adoran. Y Amy… bueno. Amy te quiere, pero no tanto como yo.
Y es que eres muy grande, Jake Peralta. Eres el corazón que mueve al Nine-Nine y sin ti no es posible que funcione.
Sé mi nuevo marido televisivo, Jake, y te querré para siempre, hasta que la cancelación nos separe.
BRENDA∞FOREVER 