‘Scoop’ (‘La Gran Exclusiva’) y el síndrome del impostor

Me he puesto a ver Scoop (La gran exclusiva) en Netflix esperando ver la entrevista del Príncipe Andrés y su vínculo con Jeffrey Epstein, y he acabado con una historia sobre el síndrome del impostor y la importancia de sentirte valorado en un trabajo.

Desde el primer segundo he amado al personaje de Sam McAlister, la productora que consiguió que Andrés aceptara a ser entrevistado y que está magistralmente interpretada por Billie Piper. Indagando Internet he encontrado un artículo en el que se habla de que la presentadora de dicha entrevista, Emily Maitlis, interpretada por Gillian Anderson, y McAlister no tienen relación porque esta considera que nunca reconocieron que parte del mérito de este hito periodístico fue suyo. Aunque es cierto, como aparece al final de la película, que Esme Wren (Romola Garai) sí que agradeció el trabajo de McAlister a través de Twitter, al parecer en un reportaje para Radio Times ni Wren ni Maitilis hicieron referencia a la productora.

En la vida real según el Daily Mail (que bueno hay que coger las cosas con comillas) el hecho de que Maitlis también tenga un proyecto para hacer una película sobre el tema puede que tenga que ver con esta rencilla. Según cuentan en el artículo, el hecho de que McAlister escribiese un libro sobre lo ocurrido no sentó bien al equipo porque estaba mal desvelar el funcionamiento del trabajo que realizaban y porque pensaban que se daba protagonismo solo a ella y relegaba a otros actores importantes en la entrevista a secundarios o simplemente eran descartados de la historia.

En Scoop no vemos esta rivalidad entre las tres mujeres que forman parte del eje central de la historia y de Newsnight, existe tensión, pero también respeto. No se ve ese protagonismo. Se ve claramente como es un trabajo en equipo y cómo cada uno de ellos ejerce una función y todos fueron un rol importante para realizar un hito como el que hizo Newsnight en la entrevista con el Príncipe Andrés.

Lo que sí vemos es cómo el personaje de McAlister se siente inferior en su trabajo, ese miedo constante a que la despidan, síndrome del impostor… y cómo supera un poco todas esas inseguridades cuando al final alguien le da un mínimo de reconocimiento.

Este momento de aquí lo he sentido como una puñalada, y es que es un sentimiento que hemos sentido muchos en trabajos. El intentar aportar y que no te hagan caso, el que te critiquen el más mínimo error hasta tal punto de que empiezas a dudar de si vales para algo… Me he visto un poco reflejada y he recordado que una temporada cuando estaba en un trabajo bastante deprimida pensé en buscar otras ofertas laborales y me veía incapaz porque no pensaba que me mereciera otra cosa, no sería capaz ni de enfrentarme a una entrevista de trabajo y parecer segura de lo que valgo, además pensaba que en la empresa en la que estaba si decía que me había salido otra cosa también pensarían: ¿Pero a dónde vas a ir si no vales para esto?

Sentirte poco o nada valorada, especialmente por compañeros que tienen un nivel adquisitivo mucho mayor que el tuyo, empieza a desgastarte. Al final McAlister acabó dejando la BBC en 2021 y según cuenta en Daily Mail fue por este motivo. A mí me acabaron despidiendo y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que me había pasado los últimos meses con depresión porque fue no tener que ir a trabajar a ese sitio más y notar cómo me aliviaba al instante.

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