Ahora que en Netflix han subido la película El bar Coyote, me he dispuesto a verla otra vez y aunque la he disfrutado, hay ciertas cosas que mira no.
El bar Coyote me indigna igual que me entretiene pero siempre podremos rescatarla como una representación de la moda de los dosmiles pic.twitter.com/LjBFJ9HclC
— Brenda Forever (@brendatuitea) 31 de marzo de 2018
- No me trago su empoderamiento.
El tono de la peli es muy de las chicas podemos con todo, bailamos sobre las mesas y somos emprendedoras. Pero no me lo creo. Sin duda el planteamiento de esta peli era la de tener a chicas muy guapas bailando enseñando carne para así captar la atención del público masculino y ya está. El «feminismo» falso que se les cuela y la relación romántica está para tener contento a todos y ya está.

- Las mujeres como trozo de carne
No estoy de acuerdo que una mujer que lleve pantalones bajo de cinturas (aunque son un horror), escote y tacones sean menos feministas. Pero en esta peli las chicas y sus vestimentas no dejan de ser un reclamo sexual para una panda de gandules que se emborrachan en el bar. Es más, no se toman en serio los abusos. Aunque en varias escenas las chicas se defienden de los que se sobrepasan, cuando es Violet la víctima de un sobón y su novio la defiende ella dice «es un cliente habitual, solo se estaba divirtiendo». No. Estaba sobrepasándose con una chica sin su consentimiento. Quiérete un poquito más.
- El novio es un pelín pesado
La parte en la que se pelea con el sobón no queda claro si se cabrea porque la está tocando sin su permiso, o simplemente se encela porque la ve bailando subida en la barra. Pero lo que más me ha chirriado es cómo la presiona para que Violet supere su miedo a cantar ante público. Está bien animar, pero llega a atosigar bastante. La ansiedad que tiene Violet no se cura presionándola ni con un «te he conseguido una actuación sin decirte nada». No sé, imagina que tienes de novio a este tío y está así continuamente, haciendo este tipo de actos día sí, otro también si que tú sepas nada.
- Leann Rimes
Tanto rollo con que Violet cante y no sea solo una compositora ¿y al final acaba escribiéndole canciones a Leann Rimes? Para eso nos podríamos haber ahorrado todas las escenas de las discusiones sobre lo de tener miedo a cantar ante el público.
- Qué poco caso se le hace a Maria Bello
Las Coyote siempre se llevan las portadas y son las que destacan de la peli. Incluso Tyra Banks que sale nada y menos, pero ¿por qué tan poca atención a Maria Bello? Su personaje es la hostia. Ella solita lleva regenta un bar de éxito. Tiene carácter e incluso es una capulla en varias ocasiones (hay que reconocer que explota a sus empleadas) lo que la convierte en un personajazo más complejo que la sosainas de la protagonista.
Aún así he de reconocer que me lo paso pipa con la peli, me enamoro de Adam García (por Dios que colecciona cómics de Spiderman ¿cómo no quererle?) y también de Maria Bello, qué mujer. Además El bar Coyote al menos siempre será un buen ejemplo visual de cómo era la moda en los dosmiles.
Aunque sin duda lo más curioso que he descubierto durante este revisionado ha sido el cameo de Michael Bay.
¿pero qué hace Michael Bay de extra en #CoyoteUgly? pic.twitter.com/zxPQRSgZUp
— Pili Baena (@pilihalliwell) 31 de marzo de 2018