Gossip Girl: todos quisimos ser Blair Waldorf

Hace ya 10 años de Gossip Girl, sus actores triunfan o no con sus carreras y hasta han formado familia. Mientras Blake Lively compagina el cine con su familia Deapooliana, Leighton Meester hace lo mismo y encima crea un crossover con The O.C que ha explotado la cabeza a más de uno (Leighton se ha casado y ha tenido un hijo con Adam Brody, nuestro querido Seth). Taylor Momsen abandonó su estilo dulce e inocente para convertirse en una estrella de rock y Pen Badgley se vuelve icono del cine indie.

Pero aquí venimos a hablar de Blair porque por mucho que le moleste a Serena, la gran estrella de Gossip Girl es Blair Waldorf. Con ella aprendimos que la mala de la serie tiene sentimientos y que ni la villana lo es tanto, ni la víctima es tan buena. Esta serie nunca ha sido de blancos y negros, son los Non Judgmental Breakfast Club y las puñaladas en la espalda se suelen perdonar porque como muy bien decía Serena…

Así que en el primer episodio aunque nos quieren colar a Serena como el centro de atención, Blair consigue con un «aparta guapa que aquí estoy yo» que dice con la mirada, y se lleva a toda la audiencia. Blair es rencorosa, falsa y jura venganza por la traición que ha cometido Serena y nosotros queremos que la perdone pero aunque la mate ¡Arriba con ella!

Blair nos ha enseñado que todos llevan máscaras, hasta la chica más poderosa de toda Nueva York. Que detrás de esa mirada fría se esconde una chica insegura y vulnerable. Pero ojo, que el tener dudas o sentimietos (muy a pesar de ella) no la hace una víctima. Blair Waldorf es fuerte y ambiciosa, no para por nada ni por nadie y su nombre resuena como un terremoto.

Nos ha enseñado un poco de Girl Power aunque poco de sororidad entre hermanas porque no tiene reparos en pisotear a otras chicas que la rodean. Su relación con Chuck es más tóxica que un tarro de veneno pero en el mundo de la ficción lo perdonamos todo (aunque qué rápido se olvida de que Chuck abusó de Jenny). Si había alguien que podría conseguir que Chuck se redomara, esa era Blair Waldorf y nada más que ella.

Quizá no debamos seguir sus consejos amorosos pero sí en el mundo de la moda. Ella solita puso de moda las diademas, los sombreros y los complementos excesivos.

Ir al instituto ya no era tan aburrido si decidías imitar el look preppy de Blair y es que esta chica iba para princesa aunque finalmente decidiera renunciar a la corona. A pesar de ello, Blair es realeza, quizá no tenga un título nobiliario pero sí el look que lo aparenta. Y como cualquiera con dos dedos de frente, Blair sabe que cualquier problema de la vida se soluciona con una película de Audrey Hepburn.

Y no olvidemos que sin Blair no tendríamos ¡Macaroons!