Publicado en Cine de terror y slashers

The Menu: eat the rich y no dejes ni las migas

De una cena incómoda en un restaurante de alta cocina a una película de terror con Ralph Fiennes como protagonista. Los guionistas de The Menu no ocultan que parte de la idea de esta historia surgió de una visita a una degustación en un local noruego en el que llegaron a sentir algo de claustrofobia.

Hablar de The Menu sin mencionar las teorías de su significado o algún spoiler es algo complicado, e incluso poco interesante. Lo que quiere decir que si no has visto la película y no quieres conocer más detalles de su argumento debes abandonarnos inmediatamente.

Comenzamos con Margot (Anya Taylor-Joy) y Tyler (Nicholas Hoult) que esperan al resto de invitados a una cena muy especial. Todos ellos parecen venir de mundos privilegiados como John Leguizamo, que interpreta a un actor medio famoso que se cree más de lo que es, o una crítica culinaria despiadada. ¿Se han puesto de moda las pelis de ricos reunidos e inmersos en un misterio? Parece que sí. Aunque es algo que hemos visto desde Agatha Christie y en películas como Cluedo o Un cadáver a los postres, recientemente también encontramos este tropo en Knives Out y Glass Onion que se centran en el whodunit o en Ready Or Not que como en The Menu nos enfrenta a un grupo de clase alta que no merece seguir viviendo.

Al menos en The Menu eso es lo que cree el chef Slowik, interpretado por Ralph Fiennes de manera magistral. Es un personaje serio y casi inexpresivo que inquieta tanto a personajes como a espectadores. Aquí ejerce de chef y de juez. Él se encargará, a través de un menú muy estudiado, de sacar a relucir los pecados de sus comensales. Estamos ante una especie de purgatorio donde celebran una última cena y donde parece que nadie será perdonado. ¿O sí?

Margot ha llegado allí como invitada de Tyler, pero no era su primera elección por lo que el chef no tenía considerado acabar con ella. Los planes cambian, pero la astucia de Margot y el hecho de que no es tan frívola ni superficial como el resto de comensales juega a su favor. El chef Slowik odia en lo que se ha convertido él, la alta cocina y todos aquellos que se creen foodies. Margot descubre una imagen del chef en sus inicios de la profesión donde se le ve cocinando una simple hamburguesa. Es el único momento en el que vemos a Slowik sonreír de verdad.

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Esa hamburguesa es el objeto que identifica al personaje, algo como el famoso Rosebud de Ciudadano Kane. Ese trineo que le recuerda a Charles Foster Kane, el hombre más rico del mundo, el único momento en el que fue feliz de verdad durante su infancia es en esta película una hamburguesa de queso que ni siquiera estaba en el menú.

La película está bien y es entretenida, pero es cierto que poco sorprendente al haber cientos de historias parecidas. Una película de misterio titulada The Menu no puede sorprender mucho porque todo el mundo va a sospechar qué va a ocurrir.

No es la primera película que une la alta cocina y el terror. Hannibal Lecter también preparaba platos especiales aunque esta vez sus víctimas formaban parte literal del menú. Tanto Lecter (al menos en las películas) como Slowik juzgan el valor de las personas a la hora decidir su destino. Hay pocos personajes con los que acaba Lecter que no se lo merecieran (entended que estamos hablando desde el punto de vista argumental y no extrapolando esto a la vida real). En Fresh (que también está en Disney Plus) también encontramos una cinta de terror relacionada con personajes con gustos culinarios bastante peculiares (no queremos desvelar mucho por aquí por si no la habéis visto) y aunque critica un poco la cultura de las clase altas, se centra sobre todo en las relaciones personales y el mundo de las citas online.

Tanto en The Menu como en Hannibal o Fresh nos ofrecen unos platos poco apetecibles, pero cambiando de tercio y con un tono más amables, otras cintas sí que dan bastante hambre. Soy incapaz de no acabar atacando el frigorífico cada vez que veo la trilogía de Ocean’s 11, que aunque no tiene nada que ver con la cocina, Brad Pitt y su fijación oral le hace engullir todo lo que pase por delante. Desde que viera Simply Irresistible de Sarah Michelle Gellar no paro de soñar con esos pastelitos que prepara, pero yo solo llego a hacer la masa medio cruda y con eso me conformo. Y no hay que olvidarse del famoso sándwich de Chef. Ahora mismo estoy salivando y eso que ya he cenado.

¿Tienes alguna película que te de hambre? Cuéntanos en comentarios o dinos qué te ha parecido The Menu.

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