Me mola mucho el rollito de esta Kate Kane, o sea Batwoman. Con su chupa de cuero, su camiseta de Los Ramones, su motaca… y su doble identidad como “viyilanti”, que es como llaman a los superhéroes en el Arrowverse de Marc Guggenheim y Greg Berlanti. Si bien el piloto sigue el esquema habitual (protagonista descubre su misión en la vida, se prepara para ser una superheroína, primera salida nocturna), la verdad es que el episodio tiene un ritmo trepidante, las peleas están bien rodadas, el score funciona como un tiro y hay las suficientes sorpresas y giros de guión (ojito al final) para enganchar. No pensaba que diría esto pero tengo muchas ganas de ver el segundo.
Y tampoco pensaba que diría esto pero Ruby Rose aguanta bien el peso de la serie y resuelve de forma satisfactoria las secuencias un poco más exigentes, como la discusión con su padre (el que una vez pudo ser Lobezno, Dougray Scott, que hace de jefe de la empresa de seguridad Crow). Recomendada, y más aún sabiendo que en esta serie tendrá lugar el segundo episodio del mega-evento Crisis en Tierras Infinitas, allá por diciembre.
Seguimos con protagonistas que investigan cosas que no le cuadran de su pasado con el piloto de Nancy Drew, la “nueva Riverdale” que se ha querido sacar de la manga la CW. De momento, lo que tenemos es mucho misterio y poco conocer a los personajes. Quitando un guiño a los libros del personaje (Nancy confiesa haber encontrado a un niño “detrás de una escalera escondida”), el guión no tiene nada especialmente bueno o malo, se limita a cumplir el expediente… lo que para un piloto no son great news. En cualquier caso, las actrices elegidas para ser las “amigas” de Nancy son bastante solventes (la camarera jefa del restaurante de ostras donde curran todas y la pija que en los planos finales tiene un aire a Gal Gadot) y la protagonista en sí no lo hace mal. Os recomiendo que acabéis el piloto porque en los últimos minutos hay sorpresas a tutiplén, ya luego decidís vosotros si queréis seguir. Buena selección musical (hay un par de momentitos dawsónicos, las cosas como son) y una buena plasmación en pantalla de lo que sería una serie basada en Sé lo que hicisteis el último verano. Por cierto, el sheriff podría rebajar un poco su papel de villano malísimo de la muerte, solo le falta atusarse el bigote (que no tiene).
Y rematamos la trilogía de pilotos con el más adulto de los tres, por tono, por factura y por edad de la protagonista (es la única serie de las tres que no se emite en la CW y se nota). Cobie Smulders está francamente bien en Stumptown, serie de una investigadora privada basada en un cómic de Greg Rucka que es algo así como una mezcla de Jessica Jones y Jack Reacher (su vida personal es desastrosa pero sus métodos violentillos y por encima de la ley son un éxito). El piloto me ha encantado y los secundarios (¡hey, Jake Johnson, qué bueno volver a verte!) seguro que van ganando peso con el tiempo. Recomendada, es muy salada esta serie.