Empieza la cosa con un montaje espídico de gente guapa en Los Ángeles que hubiera firmado Michael Bay. Es más, creo haber distinguido a Megan Fox y a un Transformer entre el gentío. Era Optimus Prime. No time for shit-chat. Planos cortos de velas, cortinas de un club nocturno, cuerpos guapos, más velas… estamos en un garito con clase, o al menos caro, donde un rubiales (se llama David, he visto las promos) le está metiendo mano a una fresca (eh, sin acritud, pero es que ésta tipa nos interesa cero). David quiere acelerar las cositas, especialmente SU COSITA, cuando le llega un misterioso SMS: “Estoy en problemas, ¡ven ya!”. Si ese mensaje, mandón y descortés, hace que David deja a la fresca a media faena ya sabremos algo del carácter de este personaje: es un calzonazos.
Luego conocemos a una rubia, guapa, directa y sin tapujos… ¡Es AMAN… o sea, Ella, perdón. David se acerca a Ella (que le dice a un gafapasta que un actor la necesita como nueva publicista) y le dice que “Sydney tiene problemas” y que se pira. Ella le dice que tiene que “deshacerse de ese lastre”, pero David pasa de ella, le da dinero para un taxi y se larga. ¿Adivináis que hace Ella con los 20 pavos? ¡¡Compra los derechos de “Models Inc.” Para hacer un remake!! Que no, que es broma (esos ya los tiene la CW). Lo que hace Ella es invitar a un chupito a sus compis de farra. Not Amanda yet, pero bonita primera impresión. Es Mini-Amanda.
David se acerca a la cocina del club (deduzco que está en el mismo club, o eso, o tiene poderes similares a Peter Petrelli), y le pide a Auggie (moreno, cachas, cocinero, una mezcla resultona de Jake Hanson y Kyle McBride) que vaya con él al apartamento, puesto que “she seems totally trashed”… Perdona, bonito, ¿¿estás hablando de nuestra Sydney?? Sólo una persona en el mundo habla así de SuperSyd, Michael. Tú, de momento, un poquito de respeto. Auggie le dice a David que no puede, que “Marcello está aquí esta noche”, y no sabemos si se refiere al lateral zurdo del Madrid o a su jefe italiano. David insiste: “Tú eres el único que sabe tratarla cuando se pone así” y Auggie le dice que vaya al piso, y que si la cosa está muy malita, encontrará el modo de escaparse del curro. Podría llamar a Chenae, ella sabe cómo escaquearse de los marrones.
CUT TO: new character intro. Es una enfermera morena, con rasgos latinos, que lleva bata y coleta, y que está tremenda. En “The Sarah Connor Chronicles” esta mujer pateaba cyborgs y marcaba camiseta que daba gusto verla. Y se enrollaba con David Silver. Maldita sea, todos los caminos llevan to the same zip code. Anyway, la Doctora Sexy Que Pateaba Culos en Terminator le dice al médico que la paciente que está transportando el camilla tiene Blá blá blá blá blá… le suelta una parrafada de las que decían en “Urgencias” y el doctor le dice: “Buen trabajo, Yung”. ¿Buen trabajo? ¡¡Pues espera a verla sin bata!! Dicho con todo el cariño del mundo y el máximo respeto a Gertru de “Médico de familia”. La Doctora Sexy Que Pateaba Culos en Terminator recibe una llamada al móvil, es David, que tiene en su móvil los contactos de todo Los Ángeles. David le dice a Lauren, que así se llama en realidad LDSQPCT, que si puede pasarse después del trabajo por “the penthouse”, que Sydney tiene un aspecto malísimo. Vamos a ver, muchacho, ya sólo te falta llamar a los Geos. A ver si en vez de una foto de Sydney le ha llegado al móvil una foto de la Duquesa de Alba. Lauren le dice que no puede, que después del curro tiene “turno de noche en la farmacia” (ya, ya… “Farmacia de guardia” es lo que tiene esta pájara…) y, de paso, le da un consejo: “si no puedes despertarla, o sus ojos no se dilatan, llama al 911”. Madre mía, ¿¿pero en qué han convertido a Sydney estos remakeadores salvajes??
David intenta zafarse de Syd, ya no estás en mi vida y tal y cual, y Syd: “¿Ah, sí? ¿Y por qué estás aquí ahora?”, y luego, Mysterious Syd añade: “Me has contado cosas que nunca le has contado a nadie, cosas que podrían ser un poco problemáticas”. David intenta sacar la vena machorra pero no le sale por ningún sitio y suelta un pobre: “¿Me estás amenazando?”. ¡Claro, chico, es Sydney, es Melrose Place! Este chico compra apartamentos a lo loco. Y, seamos francos, David, no es lo mismo mudarse a Capeside que a Melrose Place. Syd acaricia a David en la mejilla y le dice que lo único que quiere es que se quede esa noche…
Transición made in photoshop a una nueva mañana en un nuevo Melrose Place. Meet Jonah & Riley, los nuevos Billy & Alison, o así nos los han querido vender en las promos. Se levantan de la cama a las 5:45 de la mañana (por el amor de Dios, eso no puede ser sano) y se lavan las dientes como en la tele, es decir, sin lavárselos realmente. Vamos, cuando te lavas los dientes se te cae la baba por la barbilla, no puedes hablar tan fácilmente y no es tan “cool” como en las series. Anyway, Jonah dice que hoy tiene que editar una boda (antes de que “Bridezilla le aplaste”), filmar un cumpleaños en Malibuski (¿?) y, por la noche tiene la proyección del nuevo y exclusivo montaje del director de “Resorvoir Dogs”. Riley dice que odia a Tarantino (sending Uma Thurman to kill he
r now) y Jonah le dice que no tiene que ir si no quiere.
Riley le dice que hoy es su aniversario y que se ha olvidado, y eso que el año pasado juró que no se olvidaría “por el Señor de los Anillos” (vale, lo pillamos, es un film geek, move on). Jonah le dice que lo siente pero que, tras mucho meditarlo, “cada día es su aniversario”. Acto seguido, se sienta a comer unos cereales en el salón mientras se pone a hacer zapping en la tele. Riley lo flipa: “¿te pones a hacer zapping en mitad de una conversación?”, pero lo que Jonah pone en la tele es un “vídeo de aniversario” editado por el mismo para su novia desde hace cinco años. El vídeo es pasteloso, excesivo y genial. Imágenes de su vida en pareja, peleas de almohadas y demás, adornados con efectos cutres de primero de edición. Sólo falta el fundido en estrella. Pese a todo, es un vídeo genial. Maldita sea, es la primera secuencia del tipo en la serie y ya sé que voy a amar a Jonah durante toda la serie. Es evidente por qué le pillaron: es una réplica exacta del primer Billy. No el Billy-bot de actuación robótica sin alma ni sentimiento de temporadas posteriores, sino el primer Billy. El tipo cercano, fresco, dicharachero, con arte, guapete, simpático. Ese es Jonah. Y, atención, que viene lo mejor. Justo cuando el vídeo se acaba, Jonah aparece junto a Riley (el Jonah de verdad, no es que el del vídeo haya salido arrastrándose como la niña de “The Ring”) arrodillado con un anillo en la mano: “¿Quieres casarte conmigo”. Cuando Riley va a contestar… UN GRITO ESTREMECEDOR se oye fuera del apartamento. Es la pánfila de Ashlee Simpson, que ya en su primera mueca vemos que lo va a pasar mal con eso de la interpretación. No sólo sale ella a mirar algo a la piscina, también Auggie (sin camiseta, enseñando pechar como mandan los cánones), Lauren y Ella. Riley y Jonah se aproximan a la piscina para ver lo que sus vecinos: Mysterious Syd flotando en la piscina, aparentemente muerta (con Sydney uno nunca sabe). Señoras y señoras, bienvenidos a Melrose Place.
Tras una cortinilla infame de dos segundos que dice “Melrose Place” (por si te creías que estabas viendo “Médium” y aquello de la piscina era una pesadilla de Patricia Arquette), descubrimos al vecindario reunido comentando la jugada. La peña flipa con que la pobre Ashlee Simpson (que sigue petrificada esperando una clase de actuación) haya tenido que contemplar un cadáver (supuestamente) cuando tan sólo lleva “Unos 30 segundos” viviendo en el edificio. Escucha, Ashlee Simpson: Yo cuando llevaba 30 segundos en mi nuevo piso descubrí que la cañería del fregadero estaba rota. Moving sucks, get used to it. Jonah, que es un cacho pan, dice que vale que Mysterious Syd a veces la liaba parda pero no tanto como para que alguien “le haya clavado un cuchillo por la espalda” (joder, Jonah, qué gráfico, está claro por qué te pone tanto Tarantino). Ella, que es la profesional de meter cizaña del edificio, replica que “el karma apesta, tanto apuñalar a la gente por detrás que al final te acaba pasando a ti”. Auggie, ya con camiseta y con una actuación bastante regulera, le dice indignado que acaban de meter a la chica en una bolsa negra de esa donde meten a los muertos, que un poquito de respeto. Mini-Amanda ni se inmuta.
Sí que se inmuta cuando Jonah le dice a Riley que Auggie está destrozado por la muerte (supuesta) de Syd y que va a pasar el día con él. Mini-Amanda le dice que qué pasa con el trabajo que ha conseguido y Riley, indignada, le dice “¡Nuestra casera acaba de morir!”. Vaya aprecio por su casera, madre mía. ¿Pero no dijo Syd que todos la habían abandonado? En fin… Mini-Amanda le dice a Riley que eso es toda una oportunidad para Jonah, que podrá entregarle su película en la fiesta de cumpleaños de su hija de 18 años a un productor “tres veces ganador de un Oscar”… Venga, Mini-Amanda, ¡eso no es garantía de nada! Hoy en día, ¿quién no ha ganado un Oscar? ¡Si hasta lo ganó Julia Roberts! ¡En la peli aquella de la abogada y el agua sucia! Es como darle tu película al charcutero del mercado. Mini-Amanda se despide con una frase misteriosa: “No te preocupes por Auggie, ha pasado por cosas mucho peores que esta”… ¿Qué era Auggie, enterrador?
Auggie le dice a Ashlee Simpson que siente que haya visto eso. Ashlee le dice que nunca antes había visto un cadáver (venga, ¿es que no viste la actuación de Britney en los Video Music Awards?). Ash pregunta a Aggie que si conocía bien a Mys Syd y el muchacho le dice que sí, “la conocí en una iglesia hace cuatro años el día de San Patricio”. Pero, vamos a ver, chico, ¿¿a cuento de qué tantos detalles?? Es el peor diálogo expositivo que he escuchado en mi vida. Ash replica: “debes de ser muy religioso” y Auggie: “Estooo…. Emm… fue un encuentro en el sótano, de Alcóholicos Anónimos”. Auggie es como Google sólo que en tío bueno. Le preguntas algo y te lo cuenta todo. Just because. Y luego dice “Syd fue la que me ayudó a creer que podía ser un cocinero de verdad”. Lo dicho, Google.
Un poli interroga a David en una comisaría, saben que estuvo con la víctima (supuesta) seis horas antes de su muerte (supuesta), pero David no suelta prenda, no dirá una palabra si no es en presencia de su abogado. El poli dice que es muy listo, que es un veterano de los interrogatorios: “posesión de cocaína, un par de asaltos, y no sé qué de un palo de golf”… El poli suelta que debe ser genial tener un padre rico que le pague buenos abogados para que le saquen de esos marrones. David dice que no es tan genial tener el padre que tiene. Entra un extra en la sala y le chiva al poli que David es libre para irse. A la salida, David se encuentra con Mini-Amanda. La sensación rubia le ha contado a la policía que David no ha podido matar a Sydney porque estaba con ella a las 5:30 de la mañana. David dice que todo el mundo creerá que se han acostado juntos. Mini-Amanda repone: “Así tendrás algo que comentar en Twitter”. ¡Chúpate esa! Yo amo Twitter y todo eso, pero como empiecen a soltar en la serie referencias pop así porque sí como en “90210”, mal vamos. Mini y David se piran y el poli sale de la sala de interrogatorios sólo para poner cara de “algo huele a podrido a Dinamarca” mientras les ve irse. Un remate de secuencia lamentable. Sólo ha faltado que le brille el ojo, como al zorro malo de Willy Fog.
Lauren le dice cosas bonitas a una paciente que está en la cama del hospital tras haber sufrido un ataque al corazón. La pobre mujer agradece a su hijo que se haya recorrido más kilómetros que los concursantes de “La vuelta al mundo en directo” (que tampoco fueron muchos) sólo para verla. El hijo en cuestión es un gafapasta repeinado con toda la pinta de ser un asesino en serie… ¡¡Tú mataste a Sydney, maldito asesino!! Bueno, quizá me esté precipitando. El gafapasta repeinado dice que no es para tanto, que en realidad le apetecía “un burrito de El Cholo”, así que… ¿Sólo vas a ver a tu madre hospitalizada si de camino puedes comer un burrito? That´s so serial killer, man. Lauren sonríe en plan “qué encanto de chico”. ¡Cuidado, Lauren, que como te descuides éste te da pasaporte a ti también! Suena el móvil de Lauren, que atiende la llamada en el pasillo del hospital (Wilshire Memorial?). Es su papi, le dice que no pasa nada porque le hayan despedido, que le pasa a todo el mundo últimamente… Oh, vaya, ¿que ahora ya no podrá pagarle la matrícula?… Lauren dice que ya pensará en algo para
pagarla ella. Oh, yeah.
Riley dice que llega tarde a su clase y que tiene que irse. Jonah se disculpa con ella por no haberle puesto gasolina al coche… pero que qué pasa con lo de la proposición de matrimonio, si es que está intentando crear suspense o misterio. Bueno, Jonah, todo el mundo parece estar siendo misterioso salvo Auggie-Google, así que no sé de qué te extrañas. Riley dice que él ha tenido mucho tiempo para pensar su pregunta, qué le de un día para pensar la respuesta. Jonah, cabreado, le dice que “no es una tarea para casa, es una pregunta de sí o no”. Dios, amo a Jonah. Riley le dice que si pueden hablar de esto cuando no esté a punto de salir por la puerta. Jonah, harto, le dice que sí, que ya hablarán en otro momento que sea “más conveniente para ella”. Riley se va sabiendo que ha metido la pata. Jonah vuelve a su ordenador y tira un rotulador, rabioso. Y me viene a la mente aquel guión de cine que escribió Billy en la primera temporada, que iba sobre una monja transexual que asesinaba a la peña con una ametralladora. Era un guión adelantado a su tiempo, Billy.
A la salida de la comisaría, David le dice a Mini-Amanda que lo que pasó la noche anterior fue que se tomaron una botella de vino y se quedó frito. Y que cuando se despertó, Sydney ya no estaba en el apartamento. David le pregunta que por qué está haciendo eso por él, que cree que en lugar de ayudarle a él lo que está haciendo es usarle como su propia coartada. Mini-Amanda niega y dice que si ella hubiese matado (supuestamente) a Syd, no habría sido tan descuidada. En un flashback, vemos cómo Mini-Amanda llega a su apartamento y ve a Sydney bebiéndose su vodka sentada en su sofá. Eh, tía, no te quejes, es tu casera. Habrá venido a revisar el estado del mobiliario, o algo. Syd le dice a Mini que “cómo ha podido contárselo a David” y Mini replica que David es su amigo, “te acostabas con su padre”. Oh My God! ¿¿David es el hijo de Chad Lowe? Ah, no, se referirán a Michael Mancini La Leyenda. Sydney flipa con Mini, le dice que era su amiga, que ella le consiguió el apartamento y su primer empleo. O sea, que no sólo era su casera, sino también su Super-nanny particular. Mini dice que sí, que vale, pero que no va a ser su sirvienta por eso. Sydney le dice que simplemente no se esperaba eso de ella y que tiene un mes para largarse del edificio. Mini flipa y se queda sin una de sus respuestas punzantes, sólo acierta a balbucear: “¿Me estás desalojando? ¡No puedes hacer eso!” y es entonces cuando llega THE BEST LINE SO FAR en la boca de Syd: “Actually, I can do a lot worse. Just ask the people who used to live here”… Yeeeees, sister!!! Syd remata a Mini-Amanda: Cuando acabe contigo vas a abandonar Los Ángeles como llegaste, “like a pathetic wannabe”. Viva Sydney Andrews y la madre que la parió. Hay que decir, en honor a la verdad, que esas amenazas quedarían mucho más creíbles, y propias, en la boca de Amanda Woodward… que era el personaje inicial que iba a pronunciarlas si Heather Locklear no hubiese rechazado el papel. Anyway, en boca de Sydney siguen siendo divertidas.
Es entonces cuando llega un mercedes descapotable y cuyas puertas se abren “pa´rriba”, a lo Coche fantástico. Alguien le dice a David que entre en el coche. Mini-Amanda está alucinando: “¿Has llamado a tu padre?”… ¡¿Michael Knight es el padre de David?! No, amigos. Es otro Michael, ¡es nuestro Michael! Tan guapete y tan crack como siempre. No pasan los años para este semental italiano. Michael Mancini La Leyenda se lleva a David, ¿¿su hijo??, en el coche y le dice que sea lo que sea lo que Mini-Amanda le haya dicho a los polis, “esa mujer es una mentirosa patológica”. David le dice que quién es el mentiroso, “por qué no me dijiste que una vez vivste en mi edificio”. Mike replica: “Es una parte de mi vida que quiero olvidar”… Vamos, Michael, con la de momentazos que viviste en Melrose… David le dice que no le culpa por querer olvidar, por ejemplo “ayudar a Sydney a fingir su muerte hace 11 años”. ¡Oh, no, es otro de los diálogos EXPOSITIVOS del episodio! ¡Y lo están metiendo tan a capón como los demás! Michael dice que eso fue cuando él era “otra persona”. No, Mike, la que tenía doble personalidad era Kimberly, no tú. David ataca: “No has cambiado, sigues siendo el mismo, engañaste a tu mujer. Sydney vino a mi justo después de dejarte, me dijo que era mucho mejor que tú”. ¡Maldito, niñato! ¡Mátalo, Michael! ¡Tíralo en marcha del coche! O, al menos, ¡llévale a una peluquería y que le corten el pelo a tazón! Se va a enterar ese David… Michael le dice que entiende que se quedara destrozado “tras la muerte de tu madre” (emmm… ¿Kimberly? ¿Taylor? ¿Una señora de Mozambique?), pero que se hizo cargo de él entonces, y que un poquito de respeto, chaval. David sigue provocando: “Te pasaste 13 años negando que existiera” y Michael le dice que corte el rollo, que tiene un relojazo en la muñeca, que cómo está consiguiendo la pasta: “¿estás vendiendo drogas otra vez?”. ¡Ay, David, que te han pillao! David le dice que le deje en paz, que nunca le ha pedido ayuda y que si le están siguiendo por un asunto de drogas al que interrogarán después será a Michael. Nuestro médico favorito considera que ya ha tenido suficiente, que no ha venido al remake a que un pelo-pollo le suelte sandeces y echa al chico del coche en un puente lleno de homeless. ¡Ahí te quedas, Pelo-pollo! Y, señores de la CW, ya sé que la nueva Melrose es Mysterious Melrose y que todo el mundo es misterioso y enrevesado, ¡pero Michael era un tio cachondo! Alguna frase cachonda en su próxima intervención, por favor.
¿Quién es esa madre misteriosa de David? Taylor no puede ser porque en fechas no cuadra, Jane no ha muerto porque ya han anunciado su regreso… y la señora de Mozambique parece poco probable. Como no conviertan Melrose en “Lost”, chungo van a tener la explicación de esto (por cierto, el que duerme a los pies de la estatua es Michael).
Mini-Amanda y Jonah llegan a la fiesta de cumpleaños de la hija del productor “ganador de tres Oscar”. Jonah está timorato, no se atreve a darle su película así a capón a un desconocido (éste no ha visto el tipo de diálogos que se estilan en el remake). Ella le dice que se calme, que es un tío con talento, y que no le dice eso sólo porque sea su “publicista/manager/agente”, sino porque es “el ser humano más encantador que he conocido”. ¡¡Proponle el matrimonio a ésta, Jonah!! ¡Saca el anillo ahora mismo y hazlo! Jonah no sabe qué decir al piropazo y suelta que le ha pedido a Riley que se case con él. Mini-Amanda pone cara de “what the hell?!” y se larga de allí.
El gafapasta repeinado (¿recordáis? El que no va a ver a su madre al hospital si de camino no se compra un burrito) invita a Lauren a cenar, “por lo bien que ha hecho su trabajo”. Lauren se niega al principio, pero acaba aceptando.
Jonah filma el cumpleaños de marras, que parece el final de “Slumdog millionaire” con todo un grupo de jóvenes bailando en plan Bollywood. Y pensar que yo celebraba mis cumpleaños en el Burger King… Mini-Amanda intenta convencer a Jonah de que el matrimonio es una mala idea. O porque le mola Jonah o porque le gusta enredar, simplemente. Jonah dice que no quiere a ninguna otra chica que no sea Riley, y Mini suelta: “Ummm… y yo la quiero a ella”, cuando ve a una rubia guapa por ahí danzando. Ok, Mini es bisexual. Jonah le dice que si no quiere enamorarse y “echar raíces” y Mini le dice que se puede querer a alguien sin prometerle exclusividad ete
rna, “I love love, I just hate monogamy”. Toma frase promocional pá la serie. Jonah añade que Riley aún se está pensando la respuesta y Mini, enredando como a ella le gusta, le dice que si después de cinco años todavía tiene dudas sobre él que es un poco raro, ¿no?
Lauren le cuenta a Riley el tema de la pasta, que han echado a su padre del curro y que ahora a ver cómo se paga la matrícula de medicina. Riley se ofrece a intentar prestarle algo de pasta, pero Lauren dice que es mucha pasta, que “Ella ha sido muy generosa pagando mi parte del alquiler del piso este mes” (ok, they are roommates), pero que lo de la matrícula son palabras mayores. Mucha pasta. Riley le dice que, aunque no le apetezca, debe ir a cenar con el gafapasta repeinado engullidor de burritos. Que hace siglos que no sale con alguien, que “ lo de montártelo con Auggie no cuenta”. Vale. ¿Todo el mundo se ha cepillado YA a todo el mundo en Melrose Place? Es decir, yo pensaba que para eso hacíais el remake. ¡Para ver de nuevo como todo el mundo se cepilla a todo el mundo! Si eso ya ha pasado ANTES de que empiece la serie, where do we go from here? Y, ¿esperan que recordemos todas las relaciones previas al episodio piloto así como si nada? ¿Por qué no regalan libretas para que vayamos apuntando o algo? Lauren ve el anillo de compromiso en la mesa de Riley y flipa: ¡¿Por qué no me has dicho nada?! Y Riley se pone en plan: “No es nada oficial todavía… O sea, que paso de ese pringao… Ya llevo 14 horas sin contestarle y las que le quedan…”. Le dice a Lauren que le quiere, que es divertido y romántico, “pero que sigue jugando con su caja de Lego y ve dibujos animados los domingos por la mañana, ¿cómo va a cuidar de una familia si no puede cuidarse ni a sí mismo?” ¿Aún juega con sus legos? Jonah, compadre, no le pidas matrimonio ni a la pánfila esta de Riley ni a Mini-Amanda, ¡¡pídemelo a mi!!
Jonah va a hablar con el famoso productor de Hollywood, un tal Mr. Sarling, con una pinta de violador que no puede con ella. Tienen una pequeña charla sobre la videocámara (apasionante para Dawson, mortal para el resto de seres humanos) y luego pasa a lo importante: hago películas, ésta es la mía, “Living in reverse” (worst title ever) y que si se la puede dejar. Mr. Sarling flipa, ¿te contrato para grabar el cumpleaños de mi hija y te dedicar a venderme tu peli del insti? Jonah replica que “ganó el Festival de Cortometrajes de San Juan de Puerto Rico” (fue una edición con un nivel muy bajo)… pero el productor ya se ha largado de allí. Jonah se queda frustrado. Acto seguido, se mete en una piscina sin invitados a grabar el número “18” formado con los regalos del cumpleaños (eh, esto podría valer para los nuevos créditos de “90210”) y escucha unas risitas al fondo… Es Mr. Sterling, dándose el lote con una jovencita. Ooops! Jonah lo ha grabado.
Michael sigue en su mercedes (ahora debe vivir en una bat-cueva en las afueras de California, por eso aún sigue conduciendo) y habla por el teléfono sin manos con su nueva mujer, le dice que cuando llegue a casa le va a leer a Noah “Goodnight Moon”. O Noah es su hijo o hija; o es otra mujer y Mike va a hacer un trío con lecturas eróticas. De repente, ¡flashback de Michael! Sydney está en el hospital (again, Whilsire Memorial?) y le dice que ha roto con David, que sólo se lió con él para poner celoso a Michael. El nuevo y serio Michael le dice a Syd que “han pasado 11 años” de su accidente y que necesita ayuda. Mys Syd coge a Mike de la solapa y dice que le necesita a él. Mike dice que ahora es un hombre felizmente casado (claro, Michael, claro…). Sydney dice que si eso fuera así no la hubiese llamado y no se habrían acostado juntos. ¡¡Ese es mi Michael!! Mike dice que fue un error y Syd le dice que se preocupa demasiado por él como para dejarle vivir “en un mal matrimonio”, y que si nadie se lo dice a su mujer, alguien tendrá que hacerlo. Y se larga del hospital. Y ese, amigos, es el motivo de Michael para matar a Sydney. Pero todos sabemos que él no lo hizo. Es decir, ahora es Bat-Michael, vive en las afueras de California, ¡los superhéroes no van por ahí matando al personal!
Lauren está encantada con el gafapasta repeinado, lo están pasando pirata, aquí hay tema que te quemas que diría Kiko Hernández. Pero, veréis, ami el gafapasta repeinado me huele a chamusquina. Insisto en que tiene toda la pinta de ser el típico asesino en serie del que sus vecinos, tras destaparse el escándalo, dicen en los informativos eso de “parecía un chico de lo más normal”. Bueno, pues aquí estoy yo para avisarte, Lauren: este tipo, el que dice que se va con su madre a Nueva York sólo para llevarte al catre, ¡no es trigo limpio! Y tú, Jonah, ¡pídeme que me case conmigo! Segundos después, se cumplen mis sospechas, ¡ajá! ¡Bingo! Puede que no adivine cómo va a acabar “Lost” (well, who can), pero he adivinado que el gafapasta escondía algo: el tipo le propone a Lauren 5.000 pavos si se acuesta con él, que está en la habitación 747, “como el avión”. Lauren flipa y se larga corriendo. Observación: me encanta Staphanie Jacobsen, junto a Katie Cassidy y Michael Rady me parecen las tres joyitas de la nueva Melrose. Y me encantan Lauren, Mini-Amanda (althought maybe she tries too hard) y Jonah, nuestro nuevo y mejorado Billy Campbell, ahora con unas gotas de Dawson Leery. Yep, we are cooking a decent remake here.
En la fiesta Bollywoodiense, Jonah sale pitando de allí tras haber visto a Mr. Sterling (¿Spelling?) dándose el lote con una menor. Por Dios, Jonah, si viendo eso te escandalizas, no quiero ni imaginar cuando te pongas los VHS de la Melrose original. Mr. Sterling le pide a Jonah que antes de irse le de la cinta donde aparece con las manos en la masa. Jonah le dice que no es tan fácil, que eso está en la misma tarjeta de memoria que todo el cumpleaños y que como no edite eso su mujer se va a mosquear y tal y cual… Mr. Sterling empieza a ofrecerle dinero como un majadero a Jonah: 20.000 euros y te compro tu película (sí, sí, “Living in reverse”). No, ¡25.000!, no, ¡30.000! Mr. Sterling se cree que esto es el precio justo. Mr. Sterling acude a la llamada de su mujer dejando a Jonah con la palabra en la boca, ¿aceptará? Luego la mujer le suelta otra referencia pop absolutamente gratuita a Jonah: “acuérdate de usar esa canción de Lady Gaga”. Como no se refiera a “Money honey”, no se me ocurre otra…
Lauren vuelve a Melrose, donde vemos la piscina sin cadáveres y sin sangre (madre, la de cadáveres que han flotado en esa piscina, debe tener el récord) y luce bien bonita. Aunque, eso sí, más pequeña que la de antaño. Ashlee Simpson, que siempre que entra en escena parece que se topa con la gente (¿hubiera sido mejor introducir su personaje en el segundo episodio?), le dice que le encantan sus zapatos. Lauren le dice “no son míos” (ok, she is poor, we got it). Lauren está nerviosa perdida y se le cae el bolso al suelo… Y, sólo porque sí, decide contarle su vida a Ashlee Simpson, a la que conoce desde hace tres unas 12 horas: que Toby (el gafapasta tiene nombre) es guapo, exitoso y encantador pero que luego le ha ofrecido 5.000 dólares por acostarse con él. Dios, vale que es un piloto, pero estas informaciones metidas a capón hay que medirlas un poco. Ashlee Simpson reacciona a esta información con cara de “voy a hacer como las actrices cuando se sorprenden en la tele”, pero no le funciona, y acto seguido empieza a fantasear con la cifra: “Guau, 5.000
dólares…”. Lauren le deja claro que ella no es una prostituta y Ashlee se pone en plan “claro, claro, no sé ni porqué te digo esto… tú y yo somos buenas chicas y tal y cual…”. Lauren se despide de ella y Ashlee Simpson (me niego a llamarla Violet, esta chica no es un personaje) pone cara misteriosa, como todo el maldito vecindario. Imaginaos bajar a comprar el pan en “Melrose Place”, justo cuando el panadero te da tu baguette te pone mirada misteriosa… ¿Moraleja de toda escena? Hay que comprar el pan en Lidl.
Jonah le cuenta la jugada a Riley, the girlfriend who SO NOT wanna marry him. Riley lo flipa: “¿Te ha ofrecido pasta para que te calles por liarse con la major amiga de su hija?”, y Jonah le dice que le ha dicho que sí a Mr. Sterling. Para demostrarle a Riley que puede ser un adulto (¿?), que puede preocuparse antes de llenar el depósito del coche que de comprar sus cómics… Riley alucina… pero Jonah, a puntito de llorar (me tiene encadenao este hombre), le dice que no ha podido hacerlo. Que no quiere que su carrera como director empiece así, y que no quiere convencer a Riley de que le diga que sí a su proposición de este modo. La pánfila de Riley, que ya empezaba a ponerme de los nervios, se rompe de gusto y le dice “sí, quiero”, que es un adulto adorable y que quiere envejecer junto a él. Sí, son los nuevos Billy y Alison. Y me encanta que Jonah vaya a ser el bastión moral del edificio y de la serie. Éste es mi nuevo Dawson y me entregaré a su defensa desde hoy y hasta el final de este remake (que a juzgar por las audiencias será dentro de muy poco).
Los nuevos melrosians celebran una especie de funeral-copazo en homenaje a Sydney (que debe estar revolviéndose en su tumba… si es que está en una). Auggie, o sea, Google, suelta el peor panegírico que se ha oído en la ficción desde 1959 y todos brindan con una copa de champán. Y justo cuando iba a reservar un vuelo por Internet para ir a Los Ángeles a decirle a Michael Rady que le amo, va el tipo y se coloca un sombrerito absurdo en el patio de su casa. ¡¡Que esto no es Colegio Degrassi!! ¡Quítate esa ridiculez, muchacho! Anyway, Jonah anuncia que se va a casar con Riley y suena un temilla pop de estos que calza la CW hasta en los anuncios de galletas (que no he visto). Mini-Amanda se aparta de la celebración con cara rancia y David se le acerca y le propone sexo. ¿Un tipo le propone sexo a una señora tras brindar por la muerte de su casera y el anuncio de compromiso de los vecinos? Sí, esto es Melrose Place. Mini-Amanda rechaza la oferta. Aslee Simpson le propone un café a Google. Google rechaza la oferta.
Suena “This is the World that we live in” de The Killers mientras en un montaje vemos cómo Jonah y Riley hacen guarreridas españolas en la bañera de su MEGA-APARTAMENTO, David echa un vistazo a un libro de arte y su precio de mercado para luego robarlo en una galería de arte, Google se sube en una moto a lo Jake Hanson (he wishes), Michael Mancini La Leyenda duerme en su cama junto a su mujer (esa NO es Brroke Burns, ¿o sí?) y su hijo con cara de estar mega-preocupado por algo, Mini-Amanda se besa con una fresca just to show she is bisexual (ok, we got it), Lauren va al hotel del gafapasta y llama a su puerta, Ashlee Simpson se mete en su bolso la foto de Sydney (con marco y todo, como el que se lleva el chándal del Carrefour con la percha) y… Google, en un callejón donde ha aparcado su moto, prende un fuego donde quema una tela… MANCHADA CON SANGRE. ¿La sangre de Sydney? ¡Es la nueva Mysterious Melrose, seguiremos informando! I love the remake!
Me encanta!! Muchas gracias… muchos detalles de los dialogos se me habian pasado… Menos mal que alguien por aqui domina el ingles al 100%… yo ni con 5 años de carrera…
Me gustaMe gusta
Ok, la mini-Amanda, como el mini yo de Austin Powers.Repasando lo poco visto de los números de los apartamenteos, 1 para Auggie (lo dice), 4 para Lauren y Mini-Amanda, y supongo que el 7 para Syd y el 3 para la parejita. De todos modos, por lo grande que es el edificio, parece que hay más apartamentos además del de David, bueno, no porque La Lore ha venido.
Me gustaMe gusta